Las uñas no son comestibles: formas de dejarlas tranquilas

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Morderse las uñas es uno de los peores hábitos que podemos tener. Bajo las uñas se quedan muchas bacterias y restos que pueden ser dañinos para nuestro organismo. Además, morderlas nos puede traer dolores, sangrados y malestar. La onicofagia, que es como se llama esta práctica puede dañar permanentemente las uñas, dientes y encías si se mantiene por mucho tiempo.

Esta práctica es más dada en niños, pero se puede mantener en adultos. Ya sea por estrés, aburrimiento o por manía, muchos de los adultos siguen practicando la onicofagia. La imagen que ofrecen estas personas no es buena, por eso es buen momento ahora para mantener las manos cuidadas y dejar esta práctica que nos mejorará en salud y estética.

Aquí os damos unos consejos para conseguirlo

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Fuerza de voluntad

Es lo más difícil, pero se puede conseguir. Mucha gente dice que dejar la onicofagia es similar a dejar de fumar. Hace falta querer, ya que, si se quiere, se puede. Hay muchas maneras de hacerlo, puedes empezar dejando largas unas uñas y poco a poco dejando de comer el resto o llevarte la mano a la boca, pero no morder.

Con el tiempo vas a perder el hábito de destrozar la uña. También es importante mantener las uñas cortas y tener siempre una lima a mano, ya que en caso de que haya alguna imperfección, vas a querer echar dientes para dejarla adecuadamente. Es algo difícil de hacer, pero si se quiere, se puede.

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