El entrenador del RCD Espanyol, Francisco Rufete, ha asegurado que el equipo tiene que «mantener el orgullo» en el derbi de este miércoles ante el FC Barcelona a pesar de que se pueda materializar el descenso a LaLiga SmartBank, ya que «la actitud y las formas son innegociables» y representan «a un club muy grande».
«Tenemos que mantener el orgullo. Estamos representando a una grandísima afición. Somos personas y futbolistas, y tenemos que sacar lo mejor que tenemos como personas porque jugamos un derbi y representamos a un club muy grande. Representar a un club así en estas circunstancias también te honra«, declaró en rueda de prensa.
En este sentido, recordó que «la dificultad es muy grande», porque se encuentran a 11 puntos de la salvación con 12 por jugarse y ya no dependen de ellos mismos. Había que pelear desde el orgullo para conseguir el objetivo, y hay que seguir defendiendo con responsabilidad esta camiseta y este escudo, porque representamos a mucha gente. Jugamos un derbi, y un derbi lo tenemos que jugar como tal por lo que representamos y por la historia del club», indicó.
«Es una responsabilidad muy grande. Quizás no defraudarles hubiese sido no bajar, o tener la sensación de que está cerca. Tenemos una mínima posibilidad, pero lo que sí nos queda y es máximo es defender este escudo y estos colores hasta el final. Es importante que eso lo mantengamos hasta el final, porque tenemos que acabar como se merece este club, este equipo y esta afición», continuó.
Así, el técnico alicantino resaltó que la «motivación» para el choque parte de dos cosas, que van a jugar «un derbi» y que están «en una situación prácticamente definitiva». «Tenemos que afrontarlo con optimismo para defender al Espanyol en un derbi, eso el jugador lo sabe. En estas situaciones, la actitud y las formas son innegociables», subrayó.
Sobre la posibilidad de que el descenso pueda consumarse ante el eterno rival, el de Benejúzar fue contundente. «Me sabe mal el descenso. Es una situación tan jodida para nuestra gente que no miramos más allá», apuntó. «Seguro que es de los más tristes. Vamos a trabajar y a pelear mañana. Vamos a pelear por el escudo, por nuestra gente y por nuestra afición, por el derbi, y después veremos. Hay que remar muy fuerte y levantarse», añadió.
Precisamente, Rufete estuvo en otro derbi histórico, el del ‘Tamudazo’, que dio la Liga al Real Madrid, aunque cree que «no es nada comparable. «Soy una persona que se alegra de que a la gente le vaya bien. La gente lo vio de esa manera, pero nosotros hacíamos lo que mejor sabíamos, que era jugar al fútbol. Ahora toca hacer lo mejor posible desde otro lugar».
«Recuerdo esa palabra, ese nombre y esa situación -‘Tamudazo’-, pero no quiero inspirar a nadie con eso. Quiero convencer al jugador de las posibilidades que tiene. Lo que les he dicho es que son futbolistas pero más personas que otra cosa, y las personas tenemos que poner lo mejor de nuestra vida y de nuestros valores en disposición de la situación y del contexto. Eso es innegociable», prosiguió.
Por otra parte, Rufete, que explicó que ante el Leganés «se vio un Espanyol jodido por la situación y no practicando un buen fútbol, aunque sí con ganas», rechazó hablar de su futuro. «Si estoy aquí es porque lo he decidido. Si lo decido es porque va implícito en la manera que tengo de entender el deporte. Lo que pase dentro de diez días no me preocupa, me preocupa el presente y que mañana el Espanyol juega un derbi para representar a su afición», expresó.
Por último, el técnico perico aseguró que el hecho de que no se haya realizado la tradicional foto antes del derbi ha sido por «un tema de logística». «Desde aquí respeto en nombre del club al Barça. No ha sido ninguna otra cosa», finalizó.