El tenista suizo Roger Federer anunció este miércoles que no jugará ya hasta el año que viene después de sufrir una recaída en su rodilla derecha, operada a principios de este 2020, y tener que volver a pasar por el quirófano.
El de Basilea, de 38 años, decidió operarse la rodilla el pasado mes de febrero y se iba a perder la gira de pista dura por los Estados Unidos y la de tierra batida, Roland Garros, pero el parón por la crisis sanitaria provocada por el coronavirus le daba esperanzas de poder recuperarse mejor para la corta campaña que prepara la ATP a partir de agosto y a la que finalmente renunciará para estar listo para el 2021.
«Hace unas semanas, después de experimentar una recaída durante mi rehabilitación inicial, tuve que someterme a un artroscopia rápida adicional en la rodilla derecha», expresó Federer en su perfil oficial de ‘Twitter’.
El ganador de 20 ‘Grand Slams’, cuyo último partido fueron las semifinales perdidas ante el serbio Novak Djokovic en el Abierto de Australia, recalcó que, «al igual» que hizo en 2016, se tomará «el tiempo necesario para estar al cien por cien listo» para jugar a su «nivel más alto».
«Echaré muchísimo de menos a mis admiradores y al circuito, pero espero verles a todos de regreso al comienzo de la temporada 2021», sentenció el actual número cuatro del ranking mundial de la ATP.
La ATP suspendió cualquier actividad en el circuito hasta finales del mes de julio por el coronavirus y todavía espera poder celebrar en ese tiempo algunos torneos, entre ellos el US Open y Roland Garros, que movió sus fechas a septiembre.