El Paris Saint-Germain se ha proclamado campeón de la Copa de Francia tras imponerse este viernes en la final al Saint-Étienne (1-0), si bien su alegría se ha visto empañada por la lesión de Kylian Mbappé, que se ha visto obligado a celebrar el título con muletas en el Stade France de la capital gala.
El PSG, que fue proclamado campeón de la Ligue pese a que la competición no se llegó a finalizar, ya tiene su doblete tras una final que le ha podido salir muy ‘cara’ debido a Mbappé, que fue el máximo protagonista de la final pese a que apenas estuvo 33 minutos sobre el césped.
Al cuarto de hora, una cabalgada del delantero galo le permitió quedarse solo ante el portero rival Jessy Moulin, que detuvo su lanzamiento. El balón le llegó franco a Neymar, que anotó a puerta vacía el único tanto del encuentro.
Poco después, Mbappé intentó repetir una jugada similar y Loic Perrin le ‘cazó’ con una entrada muy dura que dobló por completo el tobillo derecho del campeón del mundo. En su último partido como profesional, el veterano capitán del Saint-Étienne, club donde ha desarrollado toda su carrera, resultó expulsado antes del descanso.
Fue el culmen de una bronca primera parte en la que el árbitro sacó un total de nueve tarjetas. El juego se serenó en la segunda, donde el PSG topó con un gran Moulin en su búsqueda del segundo gol y acabó sometido a la presión final del Saint-Étienne, que encerró sin premio a su adversario en los minutos finales.
Para entonces ya estaba sentado de nuevo en el banquillo Mbappé, pero ayudado por unas muletas para desplazarse y con el tobillo derecho vendando y protegido por un calcetín. A falta de pruebas médicas que confirmen el alcance de su dolencia, el internacional galo parece seria duda para los cuartos de final de la Liga de Campeones, que el PSG disputará el 12 de agosto frente al Atalanta.