El presidente del Celta, Carlos Mouriño, aseguró este jueves que han presentado la resolución del convenio que tienen con el Ayuntamiento de Vigo por el Estadio de Balaídos y criticó con dureza a la institución municipal, avisando que «por más que lo pretendan», el club gallego «siempre peleará para no ser sometido por nadie».
«El 28 de julio presentamos una denuncia de resolución del convenio con el Ayuntamiento porque las obras de Balaídos no se han terminado», indicó Mouriño en rueda de prensa, donde lamentó «las chapuzas» que se han hecho en el recinto celeste.
El dirigente apuntó que desde el Ayuntamiento se les rechazó los proyectos de construir un estadio o de comprar Balaídos, y que el acuerdo de concesión para jugar «50 años consecutivos a partir de 2017» en el recinto se había roto. «¿Por qué? Sencillísimo, porque lo que se había prometido delante de más de 200 personas se incumplió porque no nos sometemos a caprichos de absolutamente nadie. Tenemos una ruta y la vamos a seguir», desafió.
Además, el presidente del conjunto gallego remarcó que el Ayuntamiento de Abel Caballero les negó durante mucho tiempo el Plan Director de Balaídos, pese a que el estadio «lo está disfrutando el Celta» y les «afectaba directamente».
En este sentido, mostró como en aquel plan, la grada de Marcador costaba 9,5 millones y que se habían enterado «por la prensa que la licitación sale por siete millones más». «¿Qué cosas nuevas tiene esa grada para que en dos años más cueste siete millones más?», se preguntando, detallando que aún «faltan los 15 metros prometidos de cubierta» y que en el plan «hay butacas con visión reducida».
«Y eso no es digno para los aficionados del Celta. Estamos perdiendo más de 600 entradas, pero no me atrevo a venderlas y que me digan que les he timado. Nos están timando a todos», agregó Mouriño, que también refirió «desperfectos» en la obra de la grada de Río o fallos en salidas de emergencia del pabellón. Tenemos que denunciarlo porque estamos escuchando que tenemos uno de los mejores estadios de Europa y no lo podemos permitir», subrayó.
Se llevan gastados 14,5 millones y faltaría la última parte de la reforma de Río y, suponiendo que la grada de Marcador sean esos 16 millones, si ponemos otros 16 para la de Gol y un parking de cuatro millones, estamos en una inversión de 50,5 millones y Vigo no se merece gastar ese dinero en Balaídos, es una barbaridad y para quedar con todas las chapuzas que estamos viendo», aseveró.
El dirigente puntualizó que deben todavía que reubicar a más de 6.000 personas y que no saben cuando van a empezar la obra para recolocarles porque desde el Ayuntamiento no se lo quieren «comunicar», por lo que tampoco pueden sacar la campaña de abonados.
La ciudad deportiva de Mos, «Un sueño que se hace realidad»
Mouriño prosiguió con sus críticas al Ayuntamiento, que lanzó «una columna de humo» al decir que el club apoyaba «campañas políticas», en relación a su supuesto apoyo a Alberto Núñez Feijoo. Esto motivó al empresario sacar unas declaraciones de Abel Caballero en diferentes periodos electorales hablando de Balaídos. «¿Quién usó al Celta para hacer campaña? Como nos dejamos utilizar, eso es lo que molesta. Siempre nos llevaremos mejor con el que colabore con el Celta», acotó.
Por otro lado, también habló del proyecto de la Ciudad Deportiva que está construyendo en Mos. «Es un sueño que se hace realidad y del que estamos cada vez más cerca de disfrutar, con muchísimas dificultades, pero lo vamos haciendo realidad», comentó.
El presidente del Celta se quejó de que se diga que este proyecto «daña al pequeño comercio en Mos». «Puede ser discutible, pero vemos que se han aprobado cuatro centros comerciales en Vigo de 308.000 metros cuadrados. ¿Y esto no perjudica? Qué contradicción es esta. Por más que lo pretendan el Celta siempre peleará para no ser sometido por nadie», reiteró.
«¿Qué hemos hecho mal para que se nos niegue lo que se facilita a otros equipos y después se nos exija que sin esos recursos compitamos con estos equipos?», advirtió Mouriño, que no escondió que el equipo firmó «una temporada malísima», pero que no pueden estar «todos los días recordando lo malo que fue».
Por otro lado, el mandatario celeste eludió opinar sobre la reclamación del Deportivo de La Coruña de no descender y que haya una Segunda División con 24 equipos. «Siempre querré a un Deportivo en Primera», admitió. «Consideramos que no tenemos ninguna representatividad en las Asambleas de LaLiga», agregó, preguntado sobre si votaría a favor de esta propuesta.
Además, pese a no ser «partidario» de Javier Tebas, no quiso «juzgar» su actuación durante el ‘caso Fuenlabrada’ y si debería ser inhabilitado, pero dejó claro que desconocía «qué hizo mal» y que tiene «el respaldo de casi todos los clubs».
«Hay una norma que dice que por causa de fuerza mayor se puede cambiar la jornada unificada, pero no fue Tebas, fueron el CSD, que es la máxima autoridad española deportiva, LaLiga y la RFEF, los tres se pusieron de acuerdo, yo no lo puedo cuestionar. Tebas consultó y los tres estuvieron de acuerdo, tendríamos que repartir las culpas entre todos», sentenció sobre si fue injusto para el Deportivo que no jugase su último partido con el resto de los equipos.