El palista español Miguel Rodríguez explicó este miércoles su ilusión intacta y como el primer día de colgarse la medalla en los Juegos Paralímpicos de Tokio, el metal que le falta tras 25 años en la élite, donde confía en no dejar «pasar la oportunidad».
«Es la única medalla que me falta. Tengo en Mundiales y Europeos, pero me falta la de unos Juegos. Trabajo, peleo y tengo la misma ilusión que el primer día», comenta este miércoles en una entrevista para los medios digitales del Comité Paralímpico Español.
MEDALLA OLÍMPICA
Como referente, el granadino destaca a Álvaro Valera, en un deporte que ha dado muchos éxitos al equipo paralímpico español. «Para nosotros es un modelo a seguir, su trayectoria es impresionante, lo ha ganado todo. Con él me une una gran amistad, igual que con José Manuel Ruiz, que en Tokio cumplirá su séptima participación en unos Juegos. Ahí es nada», apunta.
Rodríguez confesó además el buen ambiente que se vive en el equipo nacional de tenis de mesa, recordando las «timbas de póquer». «Unas veces gano, otras pierdo. Una vez sí que me enfadé con Alberto Seoane, pero siempre de buen rollo. Eso sí, el que tiene que mejorar, porque casi siempre pierde, es Jordi Morales. Tiene que aprender a mentir», dice entre risas.
Fuera del deporte, el palista español se reconoció como aficionado a la música rock y a la guitarra. «Sí, la verdad es que me gusta mucho. Soy un autodidacta y tengo dos guitarras eléctricas con las que suelo practicar bastante a menudo», apunta como fan de Metallica, y también de viajar, aunque no puede todo lo que le gustaría. «Una visita que hicimos a Chicago aluciné con el frío que hacía. Eran 25 grados bajo cero. Fue tremendo, se me quedaban las manos pegadas a la silla de ruedas», recuerda.
Como pilar de su vida, Miguel Rodríguez menciona a su hija para terminar. «Un pilar fundamental en mi vida, que espero que me pueda acompañar a Tokio. Mi casa es la vuestra, y estáis invitados a comer paella cuando queráis», se despide.