La situación de Marc Márquez es más que complicada. El múltiple campeón de los MotoGP está luchando con una terrible lesión en su hombro derecho el cual ha sido intervenido quirúrgicamente en par de ocasiones, lo que le impide competir en su máximo nivel aún más en una temporada con un calendario peculiar tras los tres meses de parón por la pandemia de la Covid-19 que azota al mundo. Con un Mundial en marcha e imposibilitado para correr las posibilidades de lograr un nuevo campeonato de la categoría se esfuman.
Para el bien de Márquez este fin de semana no habrá actividad tras el Gran Premio de Jerez de La Frontera, pero lo mostrado por el catalán no fue muy bueno y su rendimiento dejó mucho que desear. El de Cervera sabe que las opciones para volver a coronarse solo dependen de sí mismo, pero sin estar al ciento por ciento sus probabilidades se esfuman.
Marc Márquez ha preferido descansar para recuperarse y los objetivos están trazados para regresar en el Gran Premio de la República Checa del venidero fin de semana, donde la lesión pudiera estar mejor y él poder correr sin tantas complicaciones. Su intención es comenzar a reducir la ventaja de 50 puntos que tiene el actual líder de la categoría Fabio Quartararo. El catalán tiene que comenzar a sumar en cada una de las presentaciones que restan para poder arrebatarle el campeonato al galo.
Márquez tiene malas noticias en Honda
La cancelación de algunas carreras del calendario pone en jaque a Márquez. Sin la opción de poder correr en Tailandia, Argentina y Malasia reducen el margen de error y la única opción es sumar en las carreras que hay que participar para poder tener algún tipo de opción ante Quartararo. La escudería nipona solo quiere quitarle las opciones de campeonato a su eterno rival de Yamaha.
El equipo tiene la misión de poder rendir al máximo en las 12 carreras que están pendientes en el improvisado calendario que se estructuró en esta temporada tras poder sortear la problemática sanitaria producto de la pandemia de coronavirus en el mundo. Esto pone en aprieto a Márquez, quien no solo tiene que vencer a su rival francés sino también esa persistente lesión en su hombro que entorpecen el panorama para un nuevo título.
El problema para Márquez es que el francés no está fallando y si mantiene dicho ritmo será harto complicado que le pueda arrebatar el campeonato. El estado físico del piloto español le está pasando una mala pasada a pesar del optimismo reinante que hay en Honda para poder recuperar el campeonato.