El jugador del FC Barcelona Luis Suárez está listo para el ‘debut’ de este sábado en LaLiga Santander ante el RCD Mallorca en Son Moix, en el primer duelo de los blaugranas tras el parón por coronavirus y el primero para el uruguayo tras su lesión de rodilla.
Suárez, que recibió el alta médica el pasado 6 de junio, tras casi 5 meses en el dique seco desde su lesión en la Supercopa de España el 9 de enero, está ya preparado para aportar sus goles a un Barça que le ha echado de menos.
«Tenemos muchas esperanzas en que Suárez va a ser un muy buen fichaje. Hasta ahora había mercado de invierno, de verano y ahora habrá mercado de confinamiento», aseguró Eder Sarabia, segundo entrenador de Quique Setién, durante el confinamiento.
Y Luis Suárez podría ser el gran refuerzo para un Barça necesitado de goles en busca de poder hacer ese doblete de LaLiga Santander y la Liga de Campeones, pues los blaugranas ya quedaron fuera de la Copa del Rey. Hasta el momento de su lesión, en la derrota frente al Atlético de Madrid en ‘semis’ de la Supercopa, acumulaba 14 goles y 11 asistencias en 22 partidos, con 11 anotados en el torneo doméstico, y tres en la ‘Champions.
Unos números que nadie más ha podido aportar durante su ausencia, un periodo en el que tuvo que pasar por quirófano y recuperarse, en parte, en solitario y en su casa durante el confinamiento por el coronavirus. Pero la pandemia la ha dado un tiempo extra para ponerse a punto y poder finalizar la temporada, algo que parecía imposible.
Sin Luis Suárez, cuyo último gol liguero fue en el derbi ante el Espanyol que cerraba la primera vuelta, el Barça perdió mordiente ofensivo. En LaLiga Santander, en los 17 partidos con Suárez, el Barça anotó una media de 2,47 goles por encuentro. En las nueve jornadas de la segunda vuelta sin el ‘9’, su equipo sólo ha marcado 19 tantos, diez de ellos en dos partidos saldados por 5-0 (Leganés y Eibar). Sólo en un partido más, en el Benito Villamarín, anotó más de dos goles, lo que le ha bajado el promedio a 2,1.
La sensación es que, sin Suárez, el Barça no sólo perdió goles sino que perdió, en general, poder ofensivo. El uruguayo marca, asiste y ‘asusta’. Trabaja y atrae centrales en una lucha continua. Sin él, el Barça se quedó huérfano.
Antoine Griezmann, el gran fichaje del verano, la perla Ansu Fati y la llegada de Martin Braithwaite (para suplir al lesionado Ousmane Dembélé) pudieron ser revulsivos pero no lo fueron al nivel esperado. Y tampoco la ‘segunda línea’, pese a Arturo Vidal, pudo compensar su ausencia.
Griezmann anotó 3 goles en los partidos ligueros sin Suárez. Ansu Fati, otros 3. Y Braithwaite, en sólo 3 partidos, no se ha estrenado. Si entre ellos debían hacer olvidar al uruguayo, se quedaron en 6 goles en 10 jornadas. Messi, en 8 partidos (se perdió dos por lesión) sin jugar al lado de Suárez, anotó esos mismos 6 goles, aunque también notó la ausencia del ‘9’.
Sin contar al ’10’, máximo goleador del equipo con 24 goles esta temporada (19 en LaLiga), el resto del grupo no fue capaz de anotar como el de Salto, que está ya listo para afrontar el doble reto que tiene el Barça ‘post coronavirus’ y convertirse en ese fichaje del confinamiento.