De lo que sucedió en el Adria Tour se va hablar sin duda durante muchos años. No solo por el hecho de que se acumularon un sin fin de imprudencias por parte de jugadores, organizadores y asistentes; también porque la imagen del que actualmente ocupa el número 1 a nivel mundial, Novak Djokovic, quedó muy dañada.
No hay más que ver la hoja de ruta que siguió un torneo que de principio a fin no tuvo ni pies ni cabeza, pero no porque faltara una organización de lujo ni mucho menos, más bien por el hecho de que nunca debió realizarse con plena pandemia del coronavirus asolando al mundo. Pero no es solo que el torneo se recordará, también es que en cada duelo que juegue el serbio puede que siempre salga mal parado o visto «como el malo» por un público que tardará mucho en perdonar una imprudencia que le dio la vuelta al planeta entero.
3La fiesta fue el mayor bochorno
Luego de traspasar cualquier norma en los partidos llegaba el turno de mudar la sede, pero Djokovic se despidió de Belgrado a lo grande con una mega fiesta. La cosa se salio de control con bailes, abrazos, un montón de gente apretada, incluso el número uno aparece en imágenes bailando sin su camisa. Una locura teniendo en cuenta todas las posibilidades de contagio que había y que al final se terminaron confirmando. Al finalizar todo el jolgorio se supo que se dieron más de 10 positivos por coronavirus tras la primera semana del Adria Tour, con el serbio y su mujer entre los infectados.
