De lo que sucedió en el Adria Tour se va hablar sin duda durante muchos años. No solo por el hecho de que se acumularon un sin fin de imprudencias por parte de jugadores, organizadores y asistentes; también porque la imagen del que actualmente ocupa el número 1 a nivel mundial, Novak Djokovic, quedó muy dañada.
No hay más que ver la hoja de ruta que siguió un torneo que de principio a fin no tuvo ni pies ni cabeza, pero no porque faltara una organización de lujo ni mucho menos, más bien por el hecho de que nunca debió realizarse con plena pandemia del coronavirus asolando al mundo. Pero no es solo que el torneo se recordará, también es que en cada duelo que juegue el serbio puede que siempre salga mal parado o visto «como el malo» por un público que tardará mucho en perdonar una imprudencia que le dio la vuelta al planeta entero.
1La idea de Djokovic de resaltar Serbia y Croacia
En mayo surgió la idea de hacer un torneo para que la gente fuera reanudando su actividad normal en el tenis, el problema fue que para esa fecha las cosas con el virus no estaban ni cerca de resolverse (aún no lo están), pero aún así el serbio decidió que su país y Croacia serían las sedes de un evento que reuniría a gran cantidad de buenos tenistas y que lo tendrían como figura central a él. Jugadores importantes como Thiem, Dimitrov y Zverev confirmaron su asistencia y se acercaron para celebrar el torneo, pero todo comenzó a empeorar luego de eso, porque si bien habían prometido las medidas de seguridad sanitarias adecuadas, pues todas ellas brillaron por su ausencia.