Lo sucedido en el Adria Tour sigue dejando perplejo no solo a las personalidades del tenis, sino también a al público en general. El descuido generalizado en el torneo organizado por Novak Djokovic ha sido de proporciones épicas: sin respetar las distancias, sin protocolos de seguridad, sin aplicar uso de mascarillas, con público en las gradas… en fin, sin tomar ninguna medida para combatir la pandemia del coronavirus que ha hecho estragos en el planeta.
Pese a todas las advertencias, al serbio poco le importó las opiniones de los que se oponían a su evento. El saldo final ha dejado más de 10 contagios de personas involucradas en el tenis, sin contar con que en el público deben haber varios contagiados, pero lo más grave es que todo se ha desencadenado por una serie de decisiones que han puesto al número 1 del mundo en el ojo del huracán.
5El resultado obvio a una serie de malas decisiones
Debido a la insistencia, el de Belgrado decidió realizarse el test que terminó arrojando lo que era una obviedad, que Djokovic estaba contagiado. Junto a él también dieron positivo por coronavirus su mujer, Jelena, y uno de sus entrenadores.
Después de ese cúmulo de despropósitos sucedió lo único sensato que podía pasar: el Adria Tour fue cancelado. La imprudencia e inmadurez de ‘Nole’ llevó no solo a la realización de este torneo, también su falta de atención y el rechazo que mostró a todo lo referente a seguridad sanitaria dieron como resultado su contagio y el de muchos otros.
Aún no se sabe que proporciones alcanzará la realización del Adria Tour, pero por ahora Djokovic tendrá que centrarse en su recuperación si es que en agosto y septiembre, cuando se reanude con todas las medidas de seguridad el circuito, quiere estar preparado para competir. De los errores e aprende y el serbio tiene mucho que repasar.