El expresidente de la IAAF Lamine Diack ha reconocido este jueves, durante el juicio en Francia en el que comparece acusado de corrupción, que ralentizó procedimientos disciplinarios contra atletas rusos sospechosos de dopaje.
Según informa la agencia de noticias AFP, Diack, de 87 años, aseguró en el tribunal de París que actúo de esa manera para salvaguardar la salud financiera de la IAAF, que pasó a llamarse World Athletics después de su salida.
Sin embargo, el africano no confirmó claramente ningún vínculo entre los casos de dopaje de Rusia y los grandes pagos que supuestamente ayudaron a financiar las campañas electorales de 2012 en su Senegal natal.
Era necesario salvar la salud financiera [de la IAAF] y estaba dispuesto a hacer este compromiso», dijo Diack, que está acusado de obtener 1,5 millones de dólares de funcionarios rusos para financiar las campañas electorales senegalesas a cambio de retrasar la acción contra los atletas sospechosos.
Además, el exdirigente está acusado de buscar sobornos por un total de 3,45 millones de euros de los atletas para eliminar sus nombres de una lista negra de dopaje y posibilitar así su participación en las competiciones.
Un informe de 2016 de una comisión independiente de la Agencia Mundial Antidopaje (AMA), que presentó el caso ante los fiscales franceses, alegó que la corrupción estaba «incrustada» en la IAAF durante la presidencia de Diack.
El hijo de Diack, Papa Massata Diack, también está acusado por cargos relacionados, pero está siendo juzgado en ausencia porque permanece en Senegal a pesar del aviso rojo emitido en 2016 por la Interpol. Se espera que el juicio se extienda hasta el 18 de junio.