El tenis de mesa regresa a los Centros de Alto Rendimiento (CAR) después de 73 días de ausencia de entrenamientos, con el medallista paralímpico Jordi Morales a la cabeza, una vez que la RFETM ha podido garantizar la seguridad sanitaria y los test de COVID-19 para jugadores y técnicos.
«Más de dos meses después del último entrenamiento, el tenis de mesa regresa a la actividad en los Centros de Alto Rendimiento con la máxima seguridad sanitaria posible«, anunció la Real Federación Española de Tenis de Mesa (RFETM) en un comunicado.
Todos los deportistas, técnicos y personal de apoyo que vayan a regresar a los entrenamientos en los centros de Madrid, Barcelona y Murcia lo harán habiendo pasado una prueba médica privada, subvencionada por la RFETM, y un test de serología para determinar si se ha sido o no portador del coronavirus.
Los deportistas y técnicos del CAR de San Cugat (Barcelona) son los primeros en volver a la sala de entrenamiento. Este martes, el campeón del mundo Jordi Morales ha sido el primero en regresar a la rutina, junto al técnico Ramón Mampel. Por su parte, Galia Dvorak y Albert Vilardell serán los siguientes en incorporarse a la rutina.
El Centro de Alto Rendimiento de Madrid y de Murcia lo harán en los próximos días, cuando todos los resultados de las pruebas médicas estén disponibles.
El protocolo de retorno a la actividad de la RFETM está supeditado, sin excepción, a la negativa en la prueba de serología. En caso de positivo, no se podrá regresar a la actividad con el grupo en un tiempo indefinido.
Por otro lado, esta guía para la vuelta a los entrenamientos tiene limitaciones en el número de deportistas y técnicos que pueden estar en la sala de entreno, así como limitaciones en los desplazamientos de los mismos.