El THW Kiel vivió este jueves una agridulce ceremonia de coronación como campeón de la Bundesliga alemana de balonmano tras recibir el trofeo de ganador sin su público presente en el Sparkassen Arena por la pandemia del coronavirus.
La entrega del trofeo se celebró bajo las estrictas medidas sanitarias del gobierno del país, con los jugadores y miembros del cuerpo técnico del conjunto germano ataviados con las obligatorias mascarillas y los guantes, y manteniendo la distancia mínima exigida.
«Tú no puedes comparar las emociones con las de si hubiese gente, pero creo que todavía este es un buen día para nuestros club», señaló el director ejecutivo del THW Kiel, Viktor Szilagyi.
La Bundesliga ordenó parar la competición en marzo por el coronavirus y el pasado 21 de abril la canceló definitivamente con ocho partidos por jugarse y declarar al Kiel, líder en ese momento con dos puntos de ventaja y un partido menos sobre el Flensburg, campeón.