El Senado ha aprobado este martes la toma en consideración de una proposición de ley que modifica la vigente desde 2007 contra la violencia, el racismo, la xenofobia y la intolerancia en el deporte con el objetivo de «erradicar la homofobia, la biofobia y la transfobia» a iniciativa del Grupo Parlamentario de Esquerra Republicana – Euskal Herria Bildu.
La modificacion fue aprobada por 161 votos a favor, ninguno en contra y 100 abstenciones, un resultado que sirve para modificar la ley 19/2007 de 11 de julio, después de una sesión que ha estado marcada por un intenso debate entre los senadores del Grupo Popular y los representantes del Grupo Izquierda Confederal.
NUEVA LEY
La senadora Elisenda Pérez, que la primera en tomar la palabra, defendió la iniciativa y recordó que dicha ley del año 2007 «se ha quedado corta» si se pretende «normalizar la diversidad sexual» pidiendo ampliar el número de colectivos que se han visto perjudicados en este sentido. Además, Pérez destacó la importancia de desarrollar «acciones normalizadoras».
Con esta modificación -según el texto aprobado- «se entiende por homofobia, bifobia y transfobia y discriminación de las personas LGTBI de forma directa e indirecta toda distinción, exclusión, restricción o preferencia basada en motivos de orientación sexual, identidad de género o expresión de género que tenga por objeto o resultado anular o menoscabar el reconocimiento, goce o ejercicio, en condiciones de igualdad de los derechos humanos y libertades fundamentales».
Además, el cambio aprobado este martes también se refiere a las personas que «atenten contra su dignidad o su integridad física o psíquica o de crearle un entorno intimidador, hostil, denigrante, humillante ofensivo o molesto en las esferas política, económica, social, cultural o en cualquier otra de la vida pública».
De esta forma, la norma prohibirá la «exhibición y elaboración de pancartas banderas u otras señales que inciten a la violencia contra personas por razón de su origen racial o étnico, su religión o convicciones su discapacidad, edad sexo, la orientación sexual, identidad de género o expresión de género».
Otra de las novedades, incluida en el artículo 20, es relativo a la implicación de la Comisión Antiviolencia para que lo haga «directamente en la lucha contra la discriminación de las personas lesbianas, gays, transexuales, bisexuales e intersexuales con la prevención de conductas, acciones concretas y la supervisión de buenas prácticas de sensibilización de clubes, agrupaciones y federaciones».
MÁS MADRID RECUERDA EL ‘CASO ZOZULIA’
La sesión contó con la participación de seis senadores, uno de ellos, Eduardo Fernández Rubiño: «No se puede tener la mano tan larga y la piel tan fina, no se puede llamar terrorista a sus oponentes políticos y al día siguiente rasgarse las vestiduras… Gobiernan con fascistas», dijo a los senadores populares antes de que una parte de la Cámara se levantase para abandonar el pleno y protestase por sus palabras pidiendo una rectificación.
La bronca llevó a la presidenta Pilar Llop a llamar al orden a varios senadores de VOX y Partido Popular, entre ellos Javier Maroto. El senador de Más País se negó a retirar sus palabras porque «gobiernan con esa gente. La afirmación llegó después de que Fernández recordase que «nunca se ha suspendido un evento deportivo porque se ha llamado maricón a un jugador, pero sí se ha suspendido por llamar fascista a un jugador».
En alusión al caso ‘Zozulia’, el senador dijo que «esta hipocresía confunde permanentemente al que discrimina con el discriminador, al que defiende la violencia de género con el que la comparte, al homófobo con el que está pidiendo libertades, no se puede equiparar el fascismo con el antifascismo (…)», zanjó antes de que Carlota Santiago, de Ciudadanos, retomase el debate.
La portavoz del partido naranja apoyó la iniciativa presentada por ERC y Bildu, aunque matizó que el grupo parlamentario vasco debe empezar por «condenar la violencia y las agresiones», mientras que Ana Isabel Alós, en representación del PP, anunció previamente la abstención de su grupo en la votación y pedir disculpas por lo sucedido en el debate.