El San Pablo Burgos derrotó este sábado al Real Madrid por primera vez en su historia (87-83) gracias a una excelente trabajo colectivo que anuló al vigente campeón de Liga y que mete en un buen lío a los pupilos de Pablo Laso, obligados a jugar sin fallo si no quieren faltar a las semifinales de la Liga Endesa.
El conjunto burgalés hizo un partido de bandera. La dirección de Joan Peñarroya fue crucial para que sus jugadores tomasen la delantera en el marcador poco antes del descanso y no la soltaran nunca. La enorme defensa, las 14 pérdidas del Madrid, y el acierto de «Thad» McFadden y Jasiel Rivero tiró por tierra cualquier reacción merengue.
Los de Laso, sin embargo, no encontraron problemas al comienzo, aunque evidenciaron una alarmante falta de fluidez que sí desprendieron en su debut. Tavares tapó los errores y Rudy equilibró el marcador (22-23) con varias acciones de mérito (tapón + triple), pero los burgaleses no se fueron nunca del partido. Un parcial de 13-5 devolvió la ventaja al San Pablo, venido a más con el paso de los minutos.
INALCANZABLE VENTAJA
La sorpresa fue mayúscula cuando los de Peñarroya alcanzaron los diez puntos de renta con un canastón de Rivero. La conexión entre La Habana y Michigan, con la velocidad de McFadden anuló la defensa del Real Madrid, que siguió bastante perdido por su mal porcentaje desde la línea de 6,75. Algunos ramalazos de Llull y Campazzo, pero el San Pablo encaró mejor el tramo final del envite.
Y eso que el Madrid llegó a ponerse por delante (72-74) en lo que parecía la culminación de una remontada pobre, pero al fin y al cabo una remontada que no complicara su futuro. Pero no fue así. El Burgos, serio como en su estreno, apoyó su juego interior en un enorme Pablo Aguilar, que fue fundamental ante el equipo que se formó, y retomó el dominio en el marcador.
Fitipaldo, Bassas -otro que estuvo a un gran nivel- y Rivero pusieron dos arriba al cuadro castellanoleonés, que supo gestionar con fe, pero sobre todo con mucho talento, los dos últimos minutos de un partido que pasará a la historia para el Burgos. La primera gran sorpresa del torneo que hipoteca a los de Laso de cara a su próximo reto ante el Valencia este lunes.