Sin ser de las lesiones más complejas que un deportista puede sufrir, sí es una de las más temidas por los jugadores de fútbol. Tanto, que una rotura de ligamento cruzado, como le ocurrió a Marco Asensio en el final de la última pretemporada, deja a un jugador entorno a seis meses fuera del campo de juego y, según estadísticas, más del 30% no vuelve en el mismo nivel que antes de la lesión.
Es por eso que, pese a que la recuperación del balear va por buen camino y hasta se prevé que podría jugar algún partido de aquí a los últimos encuentros, también existen casos donde el madridista no debe mirar ni tomar como ejemplo. Futbolistas que, en algunos casos, acortaron plazos y, en otros, aún no han conseguido recuperarse por completo de su lesión.