Si has entrado a leer este artículo es porque ya has escuchado hablar en alguna ocasión de la dieta del jamón y el vino, o porque has pensado ¡qué bien, a esta sí que me apunto! Lo cierto es que, sin ánimo de tratar de desilusionarte, vamos a tratar de hablar de una dieta sana. Que sí, que incluye el jamón y el vino, pero ni mucho menos como alimentos exclusivos y en todo caso tomados con moderación.
Desengáñate, porque las dietas que ya llevan en el título que se basan en el consumo de solo uno o dos alimentos no son en principio saludables. Pueden hacerte perder peso en un corto periodo de tiempo, pero tu salud saldrá resentida por el camino. Si realmente estamos tratando de perder peso, lo mejor será ponerse en manos de profesionales, ya sean médicos o nutricionistas que nos diseñen una dieta a medida. Esta se basará en nuestro estado físico, en nuestros gustos y necesidades. Y lo más lógico es que incluya también algunas pautas de vida sana.
3El jamón y el vino como alimentos saludables
La característica principal de esta dieta, y por lo que nos llama tanto la atención es que permite consumir entre 60 y 90 gramos de jamón serrano al día. La clave está en que este alimento se considera un nutriente rico en vitaminas y minerales, sobre todo, hierro. También permite una copa de vino tinto para las mujeres y dos para los hombres, porque es un producto rico en antioxidantes que nos ayuda a mantener nuestra salud cardiovascular.
Por supuesto, lo ideal sería que tomásemos jamón ibérico de bellota porque tiene una grasa que resulta saludable para nuestro organismo. Si eliges jamón ibérico o jamón serrano, lo mejor es que les quites la grasa y consumas solo la parte de carne magra.