El ex basquetbolista profesional, Dennis Rodman, siempre será recordado por ser uno de los jugadores más polémicos de toda la historia de la National Basketball Association. En este sentido, ningún fanático de la NBA de aquella época podría hablar de rebotes, de defensa implacable y controversia sin antes mencionar el nombre del oriundo de Trenton, Nueva Jersey, quien era un especialista para dar de qué hablar a los medios de comunicación.
The Last Dance, la serie documental de ámbito deportivo producida por ESPN y lanzada al mundo por Netflix centrada en la última temporada (1997-98) de Michael Jordan con los Chicago Bulls, muestra claramente cómo era el estilo de vida de Dennis Rodman, un jugador que se caracterizó por ser explosivo, pelear constantemente en la cancha y por su extravagante modo de llevar su día a día fuera de los tabloncillos.
Indudablemente, esta producción llevada a cabo por Jason Hehir convirtió las vivencias de «Rodzilla» en una de las biografías más interesantes de toda la historia del deporte. Además, el propio jugador no se guardó nada al momento de ser entrevistado sobre su vida personal y sus aventuras sexuales totalmente alocadas fuera de la cancha para este documental. Asimismo, en The Last Dance se puede ver cómo Dennis Rodman llevaba numerosos tatuajes y pírsines, y al mismo tiempo, pintaba de forma frecuente su cabello de colores brillantes y artificiales, un estilo sumamente moderno y llamativo para aquel momento.
Sin embargo, lo que él más adoraba hacer en ese tiempo era tener sexo loco y desenfrenado con cualquier mujer que le pasase por el frente. Cabe recordar, que este reconocido Ala-Pívot no se corta cuando habla de su intimidad y ha comentado en varias ocasiones que él es totalmente adicto a tener relaciones sexuales. «He estado con más de 2.000 mujeres durante mi carrera deportiva de las cuales al menos 500 no eran prostitutas», mencinó Dennis Rodman en una de las tantas entrevistas que le han hecho posteriormente a su retiro del deporte de las alturas.
Inclusive, siempre se la pasa alardeando en la National Basketball Association de sus macrofiestas sexuales, las cuales eran el centro de todas las cámaras de las cadenas de televisión y de los periódicos de la ciudad. «Sus fiestas eran las mejores para aquellos que querían pasar la noche con alguien nuevo en su cama. Jamás podré olvidar esos increíbles momentos que vivimos con él. Cuánto quisiera que se repitieran nuevamente», aseguró desde Estados Unidos un ex jugador que no quiso ser identificado a este prestigioso medio de comunicación.
Del mismo modo, Dennis Rodman adora recordar los mágicos y alocados momentos que vivió con su ex pareja, Carmen Electra, con quien tuvo sexo en la cancha de entrenamiento de los Bulls. «Un día que el equipo le había dado el día libre me dijo que tenía una sorpresa para mí. Me vendó los ojos y me subió a su moto y cuando me quitó la venda estábamos en el centro de entrenamiento de los Bulls», afirmó Carmen Electra.
En ese mismo orden de ideas, la actriz, modelo, cantante y productora estadounidense afirmó que todavía no puede creer todo lo que ellos dos hicieron en las instalaciones del Berto Center. «Fue una locura. Éramos como dos niños en una tienda de caramelos. Tuvimos sexo en todo el lugar. En la sala de recuperación, en la sala de las pesas, en la cancha…», indicó la ex pareja de Dennis Rodman, quien en algunas ocasiones aseguró haberse roto el miembro varias veces por tener tanto sexo.
«Estaba en un fiesta. Fiesta, fiesta, bebe, bebe, fiesta, fiesta… Mi chica y yo acabamos en una cama king size, dentro del barco. A ella le encanta tener sexo. Me dijo que quería intentar algo nuevo: que fuera corriendo y saltara sobre ella. Así que yo corrí, corrí y corrí, y salté. Y literalmente se rompió. Había sangre por todas partes. Ella se puso pálida. Se puso a gritar: ‘Dios mío. Ha muerto. ¡Yo lo maté!’. Pero yo traté de calmarla: ‘No, cariño, me he roto el pene», dijo entre risas el 5 veces campeón de la mejor liga de baloncesto del mundo.
Claramente, Dennis Rodman es un jugador inolvidable para los Chicago Bulls, para la NBA y para todos los amantes de esta hermosa disciplina, quienes seguramente disfrutaron ver sus alocadas aventuras íntimas durante el documental The Last Dance.