Durante los últimos días Lewis Hamilton ha estado en el ojo del huracán debido a las polémicas que ha levantado. Si bien comenzó con un grito de protesta, más que justificado y apoyado, por la muerte de George Floyd, que aumenta al ser él el único piloto afroamericano de la Fórmula 1, pues ahora no solo ataca a las personas por no apoyar la lucha contra el racismo, también se ha encargado de criticar a sus propios compañeros, personalidades de otros deportes e incluso a España por su tauromaquia.
Pero ¿puede de verdad el inglés hablar tan mal de otros?, pues al parecer una vida llena de lujos y excentricidades deberían hacerlo mirar mejor adentro antes de abrir la boca.
4Coches
Como piloto de la máxima categoría del automovilismo, Hamilton no ha podido nunca alejarse de su gran y verdadera pasión: lo autos. En su garaje, el británico cuenta con verdaderas joyas que siempre presume por las redes y con los que demuestra que la excentricidad y él van siempre de la mano. Mercedes, Ferrari, Ford, McLaren, Pagani, entre otros, son algunas de las marcas que guarda Hamilton en su hogar. Tan lujosos son los coches con los que cuenta el inglés que de decidir venderlos algún día realmente obtendría unas ganancias inconmensurables.