El fútbol es sin duda el deporte más seguido a nivel mundial, un hecho más que relevante si se tiene en cuenta que cualquier acción realizada dentro del campo tiene una repercusión enrome fuera de él. En ese sentido, no solo los goles alcanzan millones de visualizaciones, también las faltas suelen recibir una atención descomunal, algo que coloca a los agresores a un nivel casi de criminal, que aumenta o disminuye según termine de adolorida su víctima.
Las agresiones en el fútbol han existido desde tiempos inmemoriales, pero lo cierto es que algunas han pasado a la historia por su rudeza, sus consecuencias y, en algunos casos, sorprenden mucho más porque los árbitros no las llegan ni a considerar como merecedoras de amonestación.
3Un cabezazo para la historia
Durante el Mundial las agresiones se recuerdan por mucho más tiempo, pero si estas las comete un jugador histórico, pues quedan grabadas para siempre. Ese fue el caso del famoso cabezazo de Zinedine Zidane contra Marco Materazzi en la final de Alemania 2006. Unas palabras de más y el resultado fue un golpe para la posteridad y una expulsión que dejó a Francia sin su mejor hombre. Nadie sabrá lo que hubiera sucedido si el galo hubiera terminado el partido y cobrado su penal en la tanda definitiva, pero muchos dicen que Materazzi ganó esa final con su gol del empate y al recibir ese cabezazo.