El Consejo Superior de Deportes (CSD) ha explicado este miércoles que el director general de deportes, Joaquín de Arístegui, «no incurre en en ningún tipo de incompatibilidad ni conflicto de intereses en relación con su hijo», que trabaja en LaLiga, a consecuencia de las informaciones vertidas en prensa recientemente.

«El CSD no va a consentir que se suscite la menor sombra de duda sobre la honorabilidad del director general de deportes, ni de ninguno de los empleados públicos que prestan sus servicios en esta casa (…)», reaccionó tras las informaciones que hablan de la «incompatibilidad moral» de De Arístegui como mediador de la reunión que mantendrán este jueves LaLiga y la Real Federación Española de Fútbol (RFEF) para concretar el inicio de la nueva temporada.

De Arístegui «no incurre en ningún tipo de incompatibilidad ni conflicto de intereses en relación con el trabajo de su familiar, dado que éste no ocupa un puesto de responsabilidad, asesoramiento o ejecutivo en dicha asociación de clubs«, informa el CSD, que adjunta en su comunicado la consulta realizada ante la Oficina de Conflictos de Intereses el pasado mes de julio.

«Esta Oficina es el órgano de la Administración encargado de estipular cuándo deben abstenerse los altos cargos por incurrir en situaciones de incompatibilidad (…) La respuesta de la oficina fue rotunda en el sentido de que no existe incompatibilidad alguna que lleve al director general a tener que abstenerse en ningún procedimiento relativo a LaLiga en particular o al fútbol en general».

La presidenta del CSD, Irene Lozano, ha agradecido públicamente una vez más el «esfuerzo denodado que todos ellos están realizando en las duras condiciones que nos ha impuesto la pandemia, para prestar un servicio público de calidad», además de reiterar el «compromiso del Gobierno con la regeneración del fútbol en particular y del deporte en general, un compromiso que hoy es aún más fuerte.