La capitana de la selección española de baloncesto en silla de ruedas, Sonia Ruiz, se mostró satisfecha con «la profesionalización» que ha habido en el combinado nacional, al que cuando llegó en 2003 sólo podía elegir entre «13 chicas» y del que en la actualidad «debes competir porque te puedes quedar fuera».
«Cuando llegué en 2003 a la selección éramos 13 chicas para seleccionar y ahora hay 19 ó 20, y de verdad ya se puede elegir y debes competir porque te puedes quedar fuera, antes muy mal lo tenías que hacer», señaló Ruiz en una entrevista este miércoles para las redes sociales del Comité Paralímpico Español (CPE).
PROFESIONALIZACIÓN DE LA SELECCIÓN ESPAÑOLA
La murciana recordó que ha podido vivir «la profesionalización» del combinado nacional. «Y eso ha sido el cambio para conseguir las metas, ha sido un trabajo largo y duro, pero por fin está donde se merece», celebró.
El equipo consiguió el año pasado clasificarse por primera vez por derecho propio para unos Juegos Paralímpicos, pero el coronavirus ha aplazado ese sueño un año más, algo que, al principio, no encajó del todo bien.
«Mentiría si dijese que fui superfeliz, fui egoísta y me enfadé muchísimo, pasé un tiempo fastidiada. Soy veterana y llevaba 18 años intentando jugar unos Juegos y era como una vuelta a empezar», confesó. Sin embargo, rápidamente se dio cuenta de que su problema «no es el ombligo del mundo». «Hablas con compañeras, sopesas la situación y te das cuenta que era lo menos importante de lo que nos estaba sucediendo. Hay gente que por desgracia no va a poder cumplir su sueño», lamentó.
España consiguió ese billete paralímpico tras quedar cuartas en el pasado Mundial. En el campeonato del año anterior, Sonia Ruiz fue elegida en el quinteto ideal. «Deportivamente no había tenido un superaño y fue una sorpresa y muy emotivo. Lloré porque se me pasó por la cabeza todo lo que había vivido», se sinceró.
Ahora, la de Murcia apuesta fuerte para Tokio. «El bronce o a lo mejor el cuarto puesto», advierte. «El Mundial fue el punto de inflexión para darnos cuenta de que éramos competitivas. Somos un país talentoso en el deporte y cuando lo trabajas parecen cosas maravillosas y creo que es lo que va a suceder en Tokio», aseguró.
Por otro lado, indicó que el baloncesto en silla está «fuera del deporte femenino» porque en España es una competición mixta. «Competimos con chicos y no se nos tiene muy en cuenta y estamos como olvidadas. Luego, salimos a competir contra chicas y cambian las reglas y tu rol en el campo es diferente», remarcó.
«LA DISCAPACIDAD ME HA DADO MÁS DE LO QUE ME HA QUITADO»
Ruiz también reconoció que el confinamiento había sido «complicado», pero que se encontraba «físicamente muy bien». «La preparación física que hemos ido haciendo ha sido bastante buena, ayuda a que mentalmente estés fuerte y a que el traslado a la cancha será más sencillo», subrayó, recalcando que el tiempo parado se le ha hecho «pesado». «Como deportista no estás tanto tiempo normalmente fuera de tu hábitat», puntualizó.
A nivel de referentes, se queda con la jugadora de baloncesto Laia Palau, con Rafa Nadal, «el icono de los valores del deporte» y con Carolina Marín, que «ha cogido mucho esa senda de que todo ella es valor del deporte».
«El deporte me ha hecho quien soy. Cambiaría muchas cosas de mí, pero estoy contenta de la persona que me ha hecho el deporte y de lo que me ha dado la discapacidad, que creo que me ha dado más de lo que me ha quitado», sentenció la jugadora de baloncesto.