Ana Rosa Quintana, la reina de las mañanas en televisión, ha vuelto a la pantalla tras el parón veraniego. Es ya la decimoséptima temporada de su magazín matinal, emitido en Telecinco, que este año llega con más novedades que nunca. Y no podría ser de otro modo, dada la especial intensidad del actual momento político.
Ya la pasada semana, la presentadora anunció que su programa estaría “como siempre del lado de los ciudadanos, contando lo que le importa a la gente, que en estos momentos creo que es fundamentalmente la evolución de la pandemia, los avances sobre la vacuna y la situación de la economía y el paro“.
Ella misma reconoció que le hubiera gustado “gustado “arrancar hablando de otros temas, pero desafortunadamente volveremos a tratar las novedades sobre la pandemia. También va a ser una temporada política muy importante, con elecciones a la vista en Cataluña y unos presupuestos generales del Estado que aprobar”. Desde luego, el arranque de la temporada ha sido de gran intensidad.
Duras críticas al gobierno
Fiel a su estilo sin concesiones, la veterana presentadora ha empezado el curso dando de qué hablar. Su monólogo fue ácido y muy crítico con el gobierno de Pedro Sánchez y su gestión de la pandemia. “Un suspenso colectivo” para el ejecutivo, pero también “todos nuestros dirigentes políticos que se han tomado las vacaciones de verano tan en serio que no han hecho nada”. Se ve que ha vuelto con energías de sus vacaciones.
“Dijeron que saldríamos más fuertes y hemos salido enclenques. Somos el segundo país en Europa en caída del PIB, con varapalo del 18.5%, el mayor revés en 80 años”, continuó la presentadora. Su cara lo decía todo. Ana Rosa está muy cabreada, lo que augura semanas, e incluso meses, de chorreos constantes contra nuestras autoridades.
Luego centró sus críticas en Pablo Iglesias, vicepresidente del Gobierno, para quien tuvo palabras muy duras y contundentes. “Unos años atrás, un humilde profesor universitario, se llama Pablo, mostraba en televisión su nómina de 950 euros. Hoy, ese humilde profesor que animaba a sus alumnos a subirse a los pupitres del aula, como si fuera el profesor John Keating de El club de los poetas muertos, para ver la realidad desde otra perspectiva, es vicepresidente del Gobierno. Ya no enseña su nómina en televisión. En lugar de subirse al pupitre, se sube a su coche oficial”
Ya en un tono más amable, Ana Rosa Quintana quiso reivindicar la importancia de la educación y de los maestros para el desarrollo de un país. “La educación es tan crucial que sin educación no hay ciencia, ni vacunas, ni economías, ni futuro alguno. Dejar en la estacada a una generación de jóvenes sería traicionar y olvidar la memoria de maestros de escuela que alfabetizaron este país”, un colofón conciliador tras un discurso incendiario.
Cambio de look
Pero todo lo anterior ha pasado casi desapercibido en redes sociales. Sus críticas, argumentos y palabras, parece, han caído en saco roto. O, directamente, muchos no las han escuchado. Lo que sí que ha dado de hablar ha sido el nuevo look que ha lucido la presentadora.
Casi irreconocible, Ana Rosa Quintana ha vuelto a la televisión con flequillo y un pelo más liso y claro de lo habitual. Las redes sociales no han desaprovechado la oportunidad de hacer chanza de este tema. “Esperanza Gracia sustituye a Ana Rosa Quintana en las mañanas de Telecinco. Hay un gobierno que te inquieta, te perturba. AY, NO, ESPERA.”, escribió en Twitter el periodista Borja Terán.
Twitter se inundó de memes y chistes a propósito de su nuevo aspecto. “Una vecina de Leganés suplanta la identidad de Ana Rosa Quintana y desde hoy presentará su programa.”, bromeaba un usuario para señalar el impactante cambio de aspecto de la presentadora.
“Aquí tenemos a Ana Rosa Quintana, evolucionando hacia Carmen de Mairena”, decían otros.