El paratriatleta español Alejandro Sánchez Palomero repasó este jueves los puntos más importantes de su carrera así como su camino de superación, con el cual siempre dice que «cualquiera puede» perseguir sus sueños, durante el octavo Instagram Live de la Federación Española de Triatlón.
El salmantino recordó su infancia, siempre ligada al deporte, como un enamorado de los Juegos desde Barcelona 92′. «Siempre he sido un enamorado de los Juegos. En Barcelona 92′ recuerdo el encendido de la antorcha y la carrera de Fermín Cacho. Atlanta 96′ y también a Mohamed Alí en el pebetero. Y de Pekín solo recuerdo a Michael Phelps», confesó.
El deportista relató su accidente y cómo cambió su vida. «Mis padres me compraron una moto con 17 años y un día volviendo de mi trabajo como monitor de natación un hombre mayor cruzó sin mirar y para no atropellarle me caí y perdí sensibilidad en el brazo sobre el que me apoyé. Al mover el brazo derecho vi que la cosa no estaba en su sitio y en la ambulancia tenía la sensación que el brazo estaba muerto sin notar que me lo estaban manipulando», dijo.
«Ya en el hospital llegaron los dolores, las pruebas y me dijeron que no iba a mover más el brazo derecho. Me lo dijeron en la UCI y sin tacto ninguno. Mi lesión es de la médula, de los nervios que salen de la médula al brazo. Pasé de ser autosuficiente a necesitar la ayuda de mis padres. Nadie está preparado para algo así. Mi prioridad con 17 años era salir, conocer chicas me saqué un Máster de la Vida de golpe intentando aceptar la realidad y buscando otros sueños», añadió.
Álex, afincado en Palma, explicó el cambio en su vida. «Di un cambio a mi vida tras el accidente y de ingeniera pasé a filosofía, aceptarlo fue clave y entender que había puertas abiertas era clave. Después volví a cambiar y terminé mi Licenciatura en Publicidad y Relaciones Públicas, hice un Masters en Periodismo, otro en Coaching e Inteligencia Emocional», apuntó.
«En 2004 me tocó pasar mucho tiempo en Barcelona y coincidió que en septiembre echaban los Juegos Paralímpicos de Atenas y mi padre me preguntó si me imaginaba estar ahí, pero yo en esos momentos no quería saber nada de eso. Pero tras llegar a Mallorca, después de hablar con la ONCE y buscar un sitio donde pudiera entrenar y me fijé como objetivo clasificarme para Pekín 2008. En Palma hice la mínima al empezar y pensé que en Pekín podría conseguir la medalla», recordó.
Pekín se hizo realidad con un bronce. «Vives una experiencia única porque sabes lo que es llegar ahí, fue algo mágico e inolvidable. El accidente afectó a todo mi entorno, pero la medalla también. Esa medalla está dividida entre mucha gente«, confesó.
Después pensó en retirarse con los Juegos de Londres, tras un cambio en la normativa, pero ahora está pensando en Tokyo como triatleta, después de probarse en la capital inglesa y quedarse fuera de Río de Janeiro por otro cambio de normativa. «A nivel personal creo que el aplazamiento de Tokyo 2020 me ha venido bien para volver a ilusionarme, coger fuerzas. Iré a por todas y a por una medalla», apuntó.
Palomero quiso mandar un mensaje a cualquier discapacitado con la ilusión del deporte. «Esperamos ser referentes para muchas personas con discapacidad. Si hemos podido nosotros, cualquiera puede. Quiero cruzar la meta, reflexionar, mirar atrás y saber que he dado todo», terminó.