El entrenador del Leganés, Javier Aguirre, aseguró que no es «ni un quejica, ni un perdedor, ni un débil» después de ser preguntado por su expulsión el pasado martes en el Camp Nou y por cómo afronta el «difícil desafío» de salvar al conjunto pepinero a falta de nueve jornadas para el final del Campeonato Nacional de Liga.
«No soy un quejica, ni un perdedor, ni un débil. No lo soy. No voy a llorar nunca», dijo el técnico mexicano en la rueda de prensa previa al partido que les enfrenta este viernes al Real Mallorca (19.30 horas). «Yo no desaprovecho mi tiempo en quejarme, con los jugadores tampoco. Nada va cambiar en el marcador si nos quejamos», añadió.
«¿Qué hay una mano del Valladolid antes del primer gol? ¿Qué no la pitó? Pues ya está. El otro día en Barcelona dice que es penalti lo de Messi. Es su criterio y ya está. Viendo los partidos que hemos jugado, hubo una jugada muy parecida con Braithwaite en la primera vuelta que el mismo árbitro no consideró como penalti. No hay más que comentar«, afirmó.
Preguntado por su expulsión tras «imitar el sonido del silbato», según reflejó el árbitro del partido, Aguirre reconoció que «en cuarenta años de entrenador siempre» ha «hablado y silbado mucho». «El árbitro consideró que le molestó y ya está, yo seguiré haciendo mi trabajo lo mejor que pueda. Respeto su labor porque es muy difícil y ahora en silencio se escucha todo».
«Pobres», agregó el técnico pepinero, «ahora no es fácil estar escuchando a 22 individuos y recibir todo. Si no lo hubiese visto no lo hubiera pitado. No creo que intenten perjudicar a nadie», insistió en este sentido Javier Aguirre.
En relación al choque con el Mallorca, no tiene dudas. «Tenemos que ir a por el partido los dos equipos y buscaremos la mejor manera para ganarlo. Estoy convencido de que el equipo va a dar la cara y se va a salvar. Tenemos un equipo bien trabajado físicamente, no conseguimos buenos resultados en las dos últimas jornadas pero trabajamos bien en dos partidos muy distintos», indicó.
«Los goles que encajamos son evitables, pero estoy satisfecho. Me cuesta hablar de supuestos, faltan nueve partidos y estamos a cuatro puntos de la salvación. Lo único tangible son los números, y los números son los que son. Durante la temporada tuvimos que reinventarnos, tenemos que llegar más por bandas, desde segunda línea, y que nuestros delanteros puedan tener sus opciones, ojalá que en estas últimas jornadas puedan marcar», espetó.