Los clubes de la Asociación de Clubes de Fútbol Femenino (ACFF) han exigido este martes a la Real Federación Española de Fútbol (RFEF) el «comienzo inminente» tanto de la Primera Iberdrola como de la Reto Iberdrola, primera y segunda división del fútbol femenino, y consideran «inadmisible» que la decisión de empezar las competiciones no antes del 4 de octubre se haya tomado sin tener en cuenta la opinión de los participantes.
«Los clubes de la ACFF exigen el comienzo inminente de las competiciones de fútbol femenino para asegurar su viabilidad. Los clubes rechazan frontalmente cualquier escenario que implique alterar los formatos de las competiciones, cuyo normal desarrollo se pondría gravemente en peligro de comenzarse más allá de las fechas inicialmente anunciadas», señala la ACFF en un comunicado.
Este lunes, la Comisión de Presidentes Autonómicos de la RFEF decidió que la temporada 2020-21 de las competiciones federadas de ámbito estatal comenzará el próximo 18 de octubre, un acuerdo pendiente de ratificación por la Comisión Gestora del organismo. Así, la Primera Iberdrola, máxima categoría del fútbol femenino, empezaría el día 18 salvo que, por acuerdo unánime de los clubes, se comience no antes del 4 de octubre, también previa ratificación del protocolo.
«Resulta del todo inadmisible que decisiones de tal calado hayan sido adoptadas sin contar con el parecer, por no decir el acuerdo, de los clubes participantes. De igual forma resulta ciertamente sorprendente la falta de interés que demuestra la RFEF en la tercera máxima competición del fútbol femenino estatal, la Primera Nacional, a cuyos clubes ni tan siquiera ha reunido para analizar el reinicio de la competición», apunta la ACFF.
Además, la patronal solicita que las competiciones comiencen, una vez aprobado el protocolo, «cuanto antes y lo más cercano posible a la fecha que oficializó la RFEF el pasado 15 de julio». «Resulta igualmente necesario que la RFEF respete la planificación de las pretemporadas de los respectivos cuerpos técnicos (…) y cuya duración y distribución de cargas tiene como objetivo la correcta preparación de la condición física y salud de las futbolistas, por lo que cualquier alteración en su duración puede tener efectos muy perjudiciales», recuerda.
Cualquiera de las dos fechas de comienzo oficial supondría «ampliar de 4 a 6 semanas las pretemporadas de los clubes». «La inseguridad y la falta de rigor y planificación que ofrece la actuación de la RFEF, con dos comunicaciones oficiales en relación con el comienzo de las competiciones, ofrece pocas garantías para planificar la preparación de las futbolistas», resalta.
Por ello, la ACFF pide «buscar las fórmulas necesarias para que aquellos clubes que por circunstancias no hubieran comenzado su preparación puedan disponer de un plazo razonable para llevarla a cabo sin perjudicar ni alargar la preparación del resto de participantes». «De esta manera, abogamos por acordar urgentemente la fecha de inicio atendiendo a criterios de mayoría, como en cualquier organización democrática, donde la opinión minoritaria no prevalecerá sobre la mayoritaria», manifiesta.
«En cuanto al formato de la competición, resulta innegociable para los clubes de la ACFF ningún escenario que no sea el de una liga regular a dos vueltas, con un grupo único para Primera Iberdrola y dos grupos para Reto Iberdrola. Así, y vinculado al apartado anterior, el retraso en el inicio de las competiciones podría suponer la imposibilidad de desarrollar la competición en dicho formato, con el consiguiente perjuicio para todos sus participantes», añade.
Por último, la patronal pide que los gastos derivados del protocolo sean asumidos por la RFEF. «Dado que, tratándose de competiciones no profesionales, es la organizadora la que tiene atribuida la competencia de generar recursos y gestionar la competición, debe ser esta la que asuma sus responsabilidades y asegure la viabilidad de sus competiciones, muy especialmente de aquellas en las que, más allá de la vertiente deportiva, están en juego los salarios de muchas personas», concluye.