Miles de personas se han manifestado este domingo por las calles de Bilbao para denunciar que la muerte del preso de ETA Igor González Sola –ocurrida este pasado viernes en su celda de la prisión de Martutene– «nunca debió suceder» y advertir de que «la política de excepción mata».
A la marcha, convocada por la red ciudadana Sare, se han adherido formaciones políticas como EH Bildu y Sortu, los sindicatos ELA, LAB y ESK, así como la asociación de familiares de presos Etxerat y Foro Social, entre otras.
Entre los asistentes se ha podido ver a la portavoz parlamentaria de EH Bildu, Maddalen Iriarte, así como a la diputada Mertxe Aizpurua y a representantes de la coalición soberanista en el Parlamento vasco como Jasone Agirre, Iker Casanova, Mikel Otero o el también secretario general de Sortu, Arkaitz Rodríguez.
Tras dos grandes pancartas en las que se podía leer «los queremos en casa» y «la política de excepción mata», y escoltados por varias furgonetas de la Ertzaintza, los participantes, entre gritos de recuerdo al recluso fallecido, han arrancado pasadas las 12.00 horas desde la Plaza Elíptica para concluir en la Plaza Nueva.
A su finalización, desde Sare se ha leído un comunicado en el que han sostenido que el «terrible suceso» que supone la muerte de González Sola «nunca debió suceder», hecho que han atribuido a la actual y «cruel política penitenciaria».
«Su muerte no es la única, la legislación de excepción lleva años sumando a su lista muertes de presos vascos», han señalado, para añadir que González Sola «debería estar en casa, libre y vivo porque tenía cumplidas 3/4 partes de su condena».
Asimismo, han denunciado la «política de alejamiento» que padecía desde su ingreso en prisión, en el año 2005, y el hecho de que «era un preso enfermo que estaba en tratamiento».
«Queremos poner en valor los acuerdos entre la mayoría de las fuerzas políticas alcanzados en los Parlamentos de Vitoria y Pamplona, en Juntas Generales y en numerosos ayuntamientos, así como la unanimidad del sindicalismo vasco en favor de una reforma profunda de la actual política penitenciaria», han incidido, al tiempo que han reclamado a todos ellos que den «un paso más en este compromiso».
Por último, han solicitado el fin de la política de alejamiento y el traslado a cárceles vascas de todos los presos que lo soliciten, la libertad de los reclusos con enfermedades graves, así como que se les aplique la progresión de grado.
En declaraciones a los medios de comunicación minutos antes del inicio, la portavoz parlamentaria de EH Bildu, Maddalen Iriarte, ha mostrado su apoyo y solidaridad a la familia del preso fallecido y ha reclamado que finalice la actual política penitencia «de venganza y violenta».
«Se debe acabar con la dispersión, con la posibilidad de que los presos enfermos, quienes hayan cumplido 3/4 partes de la condena o tengan edad avanzada puedan volver a sus casas», ha solicitado.
Asimismo, ha apostado por «trabajar en una hoja de ruta» para que «todos los presos puedan volver a casa» y ha incidido en que la coalición soberanista seguirá apostando por ello.
Por su parte, el secretario general de Sortu y parlamentario esta legislatura de EH Bildu, Arkaitz Rodríguez, ha indicado que la muerte de González Sola «no ha sido natural, sino que era perfectamente evitable» ya que «debía estar en la calle».
«Los responsables de su muerte tienen nombre y apellidos: el Gobierno español, la actual política penitencia y todas aquellas fuerzas políticas que continúan sosteniéndola», ha acusado.
«VIOLENCIA PRESENTE»
Asimismo, ha afirmado que la «única violencia que persiste en este pueblo es la de los estados» español y francés, una «violencia presente y no pasada como otras, que genera sufrimiento y muertes».
«Les exigimos que también ellos retiren su violencia de la ecuación política vasca y opten por dar una solución política y democrática al conflicto vasco, al igual que al conflicto catalán», ha reivindicado, para añadir que «la paz y la convivencia no son posibles mientras centenares de presos y sus familiares ven conculcados sus derechos y en las cárceles permanecen centenares de presos políticos».
ELA Y LAB
Desde ELA, su secretaria general adjunta, Amaia Muñoa, ha condenado también la actual política penitenciaria, que «no se entiende de ninguna manera» al «seguirse vulnerando los derechos de los presos».
«No se entiende que a estas alturas de la historia el Estado español torpedee de esta manera un proceso de paz que todavía tiene mucho que recorrer», ha finalizado.
Por último, la secretaria general de LAB, Garbiñe Aranburu, ha recordado que existen «consensos muy amplios» para que se modifique la actual política penitencia «cruel e inhumana».