Hombres como Joaquín Sabina, pocos. Sobre todo si hablamos de haber tenido una vida tan alocada como la del cantante nacido en Jaén. Sin duda una historia que se podría producir y llevar al cine, aunque Atresplayer se ha adelantado y lo ha convertido en un documental de tres episodios, con el primer ya estrenado, y a la espera de los dos restantes.
Aunque claro, en tres episodios de media hora cada uno es imposible contar la historia de este pintoresco personaje. A continuación, de tejamos algunas de sus mejores anécdotas para que alucines con la vida de este cantante andaluz afincado en Madrid.
2Y cumplió su palabra
Vamos, que el buen hombre se quería aprovechar de Sabina. Más que nada porque fueron quince mil pesetas de las de antes, el equivalente a cuatro botellines de cava en un local de alterne de la época, como indicaba el maestro de la música cuando contaba esta anéctoda.
Y claro, aquí surgió otra genialidad de Joaquín Sabina, quien no dudó en enviarle el dinero junto a una nota y un verso de Brassens que dice: «La menor reincidencia rompería el encanto». Vamos, que la broma ha sido muy divertida, pero que no la vuelva a hacer nunca más.