Rocío Flores se convirtió en la tercera finalista de Supervivientes 2020. Más allá de obtener dinero durante esta experiencia, su mayor premio ha sido haber perdido 16 kilos. Tiene actualmente un cuerpo de envidia y ella misma ha confesado que uno de sus primeros objetivos al concursar en el programa, era bajar de peso. La joven sabe perfectamente que este sacrificio no puede tirarse a la basura y ha mostrado a través de sus redes sociales, en el cual es muy activa, cómo ha hecho para mantenerse y no afrontar el efecto rebote experimentado por la mayoría de los participantes.
La también hija de Rocío Carrasco tiene 23 años y una pareja a la cual ama y presume por los portales que proyectan su imagen. Sus seguidores secundan el gran logro de la ahora influencer. Esta joven siempre ha sido muy bella, pero la presión social indica que es mejor con unos kilos menos antes de meditar si es bueno o no para la salud. No obstante, se suministrarán algunos detalles que la han hecho conservar su nueva apariencia.
6Peso
Se ha repetido que la tercera finalista de Supervivientes llegó de Honduras con 16 kilos menos y decidió seguir con una dieta para lograr el peso ideal. Al igual que su tía Gloria Camila, sigue el régimen alimenticio Keto; consiste en basar la alimentación en proteínas y prescindir de los hidratos. Asimismo ha revelado que le encanta el boxeo, actividad que la ayuda a mantenerse activa y en forma.
Por otro lado Rocío Flores ama su piel y tiende a mimarla con cremas y tratamientos en centros de belleza. No cabe duda que esta muchacha quiere convertirse en un ejemplo de perseverancia y constancia para sus seguidores. Hasta el momento, ha logrado muchísimo.
El mayor éxito que puede obtener, sin duda, es mirarse al espejo y encontrar una joven satisfecha con lo que ve, como dice una canción muy conocida de Natti Natasha, hallar la mejor versión de ella». Cuando lo haya logrado, sus seguidores más que una ganadora de un programa prestigioso
Apenas esta joven está comenzando una carrera artística que todos esperan sea fructífera y no desaparezca con el paso de los años. Bien se sabe que el espectador olvida rápido y si no mantiene ese puesto importante que le dejó el programa, mañana solo aparecerá en la prensa como de esas que más nunca se vieron en la televisión española.