Es difícil que alguien no haya escuchado el término mindfulness en los últimos tiempos. Este es un concepto difícil de definir y, sin embargo, es una técnica que se emplea cada vez más en escuelas, empresas e incluso clínicas. El mindfulness parte de técnicas budistas que han sido adaptadas a la cultura occidental. Puede considerarse como una filosofía de vida que incluye la práctica de la meditación.
Qué es exactamente el mindfulness
La traducción de Mindfulness al castellano puede ser algo así como “atención consciente” o “atención plena”. Se trata de prestar atención de manera consciente a la experiencia del momento presente, es decir, al aquí y al ahora.
Parece que mindfulness es la primera traducción que se hizo al inglés de la palabra «sati» procedente de un idioma llamado “Pali» que se hablaba en la época de Buda, hace unos 2500 años. “Sati” sería la nominalización del verbo “Sarati” que viene a significar rememorar o recordar. Vendría a ser un concepto que nos recuerda el estar constantemente en el aquí y él ahora.
El objetivo que se pretende lograr con la práctica del mindfulness es adentrarse en un estado de conciencia profundo. En el que se consiga que nuestra conciencia se relaje y prescinda de los juicios que normalmente siempre hacemos sobre nuestras sensaciones, sentimientos o pensamientos. De algún modo, se trata de intentar separar a la persona de sus pensamientos, centrándose solo en el aquí y el ahora.
Lo cierto es que, las definiciones de Mindfulness varían tanto como sus prácticas. Sin embargo, todas tienen en común la práctica de la atención plena, que nos ayuda a ser conscientes del mundo que nos rodea y de nuestros hábitos de comportamiento.
El mindfulness suele asociarse con el budismo, pero lo cierto es que hay muchas prácticas religiosas que lo utilizan de algún modo, ya que es una capacidad básica que tenemos los humanos de conectarnos con el presente. Pero lo cierto es que esta técnica en si no está conectada ninguna práctica religiosa en concreto
El mindfulness como tratamiento contra la ansiedad
Aunque la ciencia aún está estudiando si la práctica de Mindfulness tiene efectos benéficos, son muchos los ámbitos, incluso hospitales, donde ya se practica de manera habitual para rebajar los niveles de ansiedad.
La ansiedad no es más que una respuesta emocional que nos lleva a percibir situaciones neutras como peligrosas. La ansiedad está originada por pensamientos negativos. Por eso, el mindfulness puede resultar efectivo para hacerle frente, ya que nos plantea el apreciar nuestras sensaciones, sentimientos y pensamientos sin juzgarlos.
En realidad, el mindfulness supone una serie de técnicas de meditación y relajación que se fusionaron en los Estados Unidos durante los años 70. Estas técnicas nos llevan a pararnos durante un instante para prestar atención a los detalles del momento presente y de esta forma calmarnos y ser un poco más felices.
El mindfulness puede ser efectivo también para calmar el estrés y en ocasiones para reducir el dolor físico.
Una ayuda para superar el ego personal
El Dr. Vicente Simón, médico, psiquiatra y catedrático de Psicobiología de la Universidad de Valencia, en una entrevista concedida a la revista CuerpoMente mantiene que: «El mindfulness es una capacidad humana universal y básica que consiste en la posibilidad de ser conscientes de los contenidos de la mente momento a momento. Es la práctica de la autoconsciencia«. Y cree que nos ayuda a desarrollar la consciencia humana, es decir, nos ayuda a conocer el funcionamiento de nuestra mente.
Explica que hay dos fases en la práctica del mindfulness. En la primera aprendemos a distanciarnos de lo que nos sucede y de nuestros propios pensamientos. En la segunda nos damos cuenta de que existe una unión en el mundo, el observador y lo observado se unen en un todo indisoluble.
Se trata de una superación del ego personal, que según este médico es lo que “necesita la humanidad para superar los problemas en los que se encuentra y la tendencia que tenemos a confrontarnos, a luchar y a autodestruirnos”.
Cómo practicar mindfulness
Practicar esta técnica implica meditar. El mindfulness puede practicarse de muchas maneras. Hay quien mantiene que puedes practicarlo en cualquier momento, independientemente de lo que hagas, desde pasear a lavar los platos. Pero lo cierto es que la práctica de la atención plena requiere un entrenamiento.
Nuestra atención es limitada y, aunque no seamos conscientes de ello, solo se centra en una cosa cada vez (cuando hacemos varias va saltando alternativamente de una a otra).
El pensamiento también requiere atención. los seres humanos saltamos constantemente de la atención dirigida a nuestro mundo interno a la que dirigimos al exterior.
A través de la práctica de la meditación aprendemos a enfocar nuestra atención, de modo que podamos centrarla en nosotros mismos y en las cosas que nos ocurren pero eliminando los juicios de valor.
El mindfulness nos ayuda a entender que no son los eventos los que nos provocan la ansiedad, sino las emociones que les asociamos. Se trata de rebajar la intensidad a las emociones negativas que desarrollamos ante ciertos hechos
Podemos comenzar practicando la meditación sentada. Centrarse en la respiración será nuestro primer método de meditación. Simplemente tenemos que sentir cómo pasa el aire por nuestro cuerpo.
Podemos practicar la atención plena desde el momento en el que suena el despertador, dedicando unos minutos a prestar atención a nuestro cuerpo. Prestar atención a los sabores de la comida, en lugar de dejar divagar la mente en otras cosas, ser conscientes de nuestros pasos cuando caminamos, dedicar unos minutos a prestar atención a nuestra respiración en el trabajo etc. son prácticas sencillas de atención consciente.