El presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, ha mostrado su negativa a que se «consolide» un mecanismo que pueda desembocar en mezclar la financiación autonómica con la que van a recibir las regiones para hacer frente a la crisis del coronavirus, al tiempo que ha reclamado que esta última se reparta según la incidencia del virus.
«Las comunidades llevamos tiempo con problemas de financiación y nadie le ha metido mano, lo que no quiero es que se consolide un mecanismo extraño que no tenga en cuenta la justa distribución del esfuerzo», ha manifestado el jefe del Ejecutivo regional en rueda de prensa tras asistir a la Conferencia de Presidentes de este viernes.
Por ello, ha incidido en que la financiación de compensación por los gastos del COVID-19 vaya en función del «mapa del virus» y que la aportación que recibe el país por parte de Europa para relanzar la economía no se use como si fuera «una paga extra que nos gastamos en un rato», sino que sea un dinero consensuado con las empresas y el sector privado para estimular «nuevas sinergias y nuevos empleos» a medio plazo.
Asimismo, García-Page ha insistido en las diferencias entre comunidades para acceder a los fondos del Estado, porque, ha ejemplificado, que «a Castilla-La Mancha le cuesta mucho más mantener el sistema educativo que un colegio que cubre a miles de personas en una sola calle».