La Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) ha reclamado al Gobierno que, antes de autorizar una fusión bancaria, imponga las condiciones necesarias para garantizar un adecuado nivel de competencia en los servicios financieros.
Así lo ha indicado en un comunicado, en el que ha mostrado su preocupación por el impacto que una posible fusión entre Bankia y CaixaBank tendría en el nivel de competencia en los servicios financieros en España, advirtiendo de que podría provocar la subida de precios de los servicios financieros a medio y largo plazo.
OCU ha alertado de que las fusiones entre entidades financieras disminuyen la capacidad de elección de los consumidores entre distintas ofertas. En su opinión, «la desaparición de un competidor es una mala noticia en un mercado ya de por sí bastante concentrado».
«A falta de un auténtico mercado europeo de servicios financieros que en la práctica no existe, la desaparición de un competidor en España limita las posibilidades de elección de los consumidores. Las consecuencias pueden ser la subida de precios de los servicios financieros a medio y largo plazo, como se ha podido comprobar después de la crisis financiera», ha lamentado.
Para evitar el encarecimiento y la subida de comisiones, OCU ha recordado a los consumidores que deben comparar precios entre las distintas ofertas de las diferentes entidades.
OCU también ha mostrado su preocupación por el efecto que la fusión puede tener en la reducción de oficinas, que podría agravar el riesgo de exclusión financiera en que se encuentran muchas zonas de España que no tienen un acceso adecuado a los servicios financieros presenciales.
La organización ha reconocido que para los pequeños accionistas esta operación sí podría tener algún tipo de beneficio, aunque para determinarlos habrá que conocer los detalles definitivos.