El vicepresidente del Govern y conseller de Economía y Hacienda, Pere Aragonès, ha asegurado este viernes que el departamento seguirá con atención la negociación para una eventual fusión de CaixaBank y Bankia, y ha subrayado que sería «bueno» que la sede de CaixaBank retornara a Cataluña.
En rueda de prensa para presentar un plan de refuerzo a la atención primaria, ha afirmado que, tras la notificación a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) de sus negociaciones, estará atento a qué impacto tiene en la vinculación con el tejido productivo catalán, en los trabajadores de las entidades y en el acceso a la financiación.
Ha señalado que una eventual fusión debe preservar la vinculación con el tejido social y económico catalán, mantener el máximo número de puestos de trabajo en las entidades y el acceso a la financiación por parte de las empresas catalanas, ya que una concentración bancaria puede conllevar «un riesgo de menor acceso a la financiación por la disminución de la competencia entre bancos».
Aragonès ha advertido de que una concentración bancaria en pocos manos podría comportar «dificultades» en la financiación, y ha dicho que estará en contacto con las entidades por estas cuestiones que les preocupan.
Sobre una posible sede, ha subrayado la voluntad del Govern de que el máximo de sedes de entidades financieras estén en Cataluña y ha remarcado que sería «bueno» que retornara la sede de CaixaBank a Cataluña, que abandonó tras el 1-O en 2017.
Por ello, ha asegurado que en cualquier fusión en la que esté involucrada una entidad catalana como CaixaBank «evidentemente, la sede, lo mejor sería que estuviera en Barcelona, en Cataluña».