Posiblemente te encuentres viendo por televisión o en las distintas plataformas audiovisuales vídeos sobre animales y de repente pasan a un caimán y dices «qué horrible ese cocodrilo». El experto en especies terrestres y acuáticas que puede ser un hijo, un novio o un amigo te indica que estás equivocad@. Como este ejemplo pasa con muchos animales que debido a su parecido se tiende a confundirlos. No obstante, hay pequeños detalles que marcan la diferencia.
A lo mejor no te importa saber qué tipo de animal es uno o el otro. Justo en este punto, a muchas personas se les olvida que por la vida deambulan los llamados ‘sabelotodos’ y que están esperando a que cometas un error para hacerlo ver a todas las personas que te rodean y recordártelo para el resto de tu vida. En la actualidad, es entendible que todavía te hagan bullying por una palabra mal dicha. El desconocimiento te lleva a pasar por momentos vergonzosos.
Es momento de ponerte tus gafas y de conocer la diferencias de esos animales que has confundido siempre.
4Leopardo, guepardo o jaguar
Qué gran dilema este. Se tiene la costumbre de decirles a todos leopardos y muchos dirán que son tan parecidos. El leopardo es el animal que comúnmente retratan en publicidades o que ponen de portada en los cuadernos de los niños debido a su gran belleza. Para distinguirlo es importante percatarse que sus manchas sean redondas al igual que la cabeza, posee un cuerpo corpulento y además saben trepar.
Guepardo: al mirarlo posee una especie de antifaz en su rostro en donde se pueden distinguir unas rayas negras que bajan de sus ojos al hocico. No posee garras retráctiles por lo que no pueden trepar en árboles. Es esbelto y está por delante del leopardo en velocidad. Además, tiene una cabeza más pequeña.
Jaguar: son muy parecidos al leopardo, se podría decir que casi iguales, pero estos detalles los distinguen. Al observar sus manchas no son redondas, además, son animales de gran tamaño. Un dato sorprendente, es que pueden llegar a pesar 135 kilos.
