Iñigo Urkullu afrontará su tercer mandato como lehendakari tras ser proclamado este jueves para el cargo por el Parlamento Vasco, aunque a diferencia de las dos legislaturas anteriores, en esta ocasión contará con la mayoría absoluta que le aportan los 41 escaños que suman el PNV y el PSE-EE en la Cámara, un aval que le permitirá gestionar con mayor holgura la respuesta a la crisis del coronavirus.
La candidatura de Urkullu ha salido adelante frente a la de la aspirante de EH Bildu Maddalen Iriarte, que únicamente ha contado con el respaldo de los 21 representantes de la propia coalición soberanista. Elkarrekin Podemos-IU, PP y Vox se han abstenido en la votación de ambas candidaturas.
La proclamación del lehendakari, que jurará el cargo este próximo sábado en un acto solemne en Gernika (Vizcaya), se ha producido con un total de 40 votos -el Parlamento Vasco está integrado por 75 diputados- dado que una parlamentaria del PNV no ha podido asistir a la sesión por encontrarse en cuarentena debido a la espera de los resultados de una prueba PCR.
Urkullu, que en su intervención en el pleno ha advertido de que se avecinan «meses y años muy duros» debido a la crisis asociada a la covid-19, reeditará el modelo de coalición con el que el PNV y el PSE-EE han gobernado Euskadi en los últimos cuatro años.
No obstante, en este tercer mandado, a diferencia de lo que ocurrió en el primero -con un Ejecutivo del PNV en solitario- y del segundo -con ‘jeltzales’ y socialistas compartiendo Gobierno–, el Lehendakari podrá gestionar la Administración autonómica con el margen de maniobra que le facilita la mayoría absoluta que en esta legislatura suman el PNV y el PSE en la Cámara autonómica, con 41 escaños sobre un total de 75.
«SOLIDEZ» Y «ESTABILIDAD»
El lehendakari ha subrayado que el acuerdo entre socialistas y ‘jeltzales’ es «sólido» y aporta «estabilidad» al nuevo Ejecutivo. Además, ha mostrado su confianza en que el acuerdo sirva para emprender «un camino» al que «sumar nuevas voluntades».
En su discurso en el Legislativo vasco, el lehendakari ha dedicado una atención especial a la situación generada por la pandemia. De esa forma, se ha mostrado convencido de que pese a la «dureza» de la situación que se ha de afrontar, Euskadi «se va a levantar» y va a «salir adelante.
Urkullu, que ha asegurado que no se producirá ningún «recorte» en servicios sociales, se ha comprometido a renovar la plantilla de Osakidetza con 4.000 personas y a reforzar la atención primaria. Además, ha anunciado que se pondrá en marcha un plan de empleo juvenil que facilite una primera experiencia laboral a 30.000 jóvenes, y ha informado de que se impulsarán medidas para contribuir a la creación de 4.000 nuevas empresas y micropymes.
Por otra parte, ha avanzado que se acometerá un plan estratégico de desarrollo industrial con el objetivo de que el peso de la industria y los servicios avanzados alcance el 40% del Producto Interior Bruto vasco. Asimismo, el Gobierno Vasco impulsará un servicio de teleasistencia para todas las personas mayores de 80 años.
«BILATERALIDAD» EUSKADI-ESPAÑA
En materia de autogobierno, ha abogado por actualizar el modelo competencial de Euskadi mediante un consenso que «materialice el deseo mayoritario» de los vascos, y ha apostado por culminar un nuevo pacto estatutario que reconozca «la realidad nacional» de Euskadi y que «asiente una relación bilateral con el Estado».
A su juicio, esta será «la mejor inversión para seguir consolidando los servicios públicos, la respuesta a la pandemia y el sistema vasco de bienestar. Nos encontramos ante la oportunidad de alcanzar un nuevo pacto estatutario de futuro que reconozca nuestra realidad nacional, la singularidad del autogobierno vasco; que asiente una relación bilateral con el Estado, y que favorezca la presencia y proyección internacional de Euskadi», ha manifestado.
EH BILDU, «ALTERNATIVA»
Por su parte, Iriarte ha defendido su candidatura como «alternativa» a las políticas que representan el PNV y el PSE. Además, ha denunciado que la crisis del coronavirus ha evidenciado que Euskadi tiene un autogobierno «de quita y pon», por lo que ha reafirmado su apuesta por la independencia y ha planteado que el Parlamento Vasco cuente con una propuesta de nuevo estatuto político para 2022, la cual pueda ser sometida a consulta.
La representante de la coalición soberanista, no obstante, ha centrado su intervención en los efectos de la crisis asociada a la covid-19. De esa forma, Iriarte ha destacado que la pandemia ha demostrado la importancia de contar con unos servicios públicos de calidad, que garanticen una adecuada sanidad, educación y políticas sociales a los ciudadanos.
La candidata de EH Bildu ha denunciado las consecuencias que ha tenido la privatización de ciertos servicios públicos en los últimos años. Por ese motivo, ha afirmado que esta crisis ha evidenciado la necesidad de «una nueva forma de hacer política».
Por parte de los grupos que no han presentado candidato, la portavoz de Elkarrekin Podemos-IU en el Parlamento Vasco, Miren Gorrotxategi, ha explicado que su grupo no apoya la investidura de Urkullu debido a que representa la «continuidad» de un modelo político que no comparten, mientras que en el caso de la candidatura de Iriarte, ha indicado que tampoco contará con el respaldo de su grupo porque no ha «integrado» en su proyecto a otras fuerzas de izquierdas.
Desde la coalición PP+Cs, su portavoz, Carlos Iturgaiz, ha advertido a la secretaria general del PSE-EE, Idoia Mendia, de que el hecho de que haya firmado un «papelín» con el PNV «no les librará del papelón el día que el señor Urkullu impulse un escenario de ruptura». Asimismo, ha afirmado que la suscripción del acuerdo de gobierno entre ‘jeltzales’ y socialistas «no librará a los vascos de los efectos lamentables de ese doble juego del PNV, como ya vivimos con el Plan de Ibarretxe».
Por su parte, la única representante de Vox en la Cámara vasca, Amaia Martínez, ha acusado a la candidata de EH Bildu a la Lehendakaritza de representar a «la mafia más recalcitrante» de Europa y seguir «sin pagar la deuda» de 850 asesinatos, en referencia a los crímenes de ETA. Además, ha advertido de que su objetivo es ilegalizar a la coalición soberanista.