El consejo de administración de Abengoa se embolsaría un total de 58 millones de euros en acciones de la nueva Abengoa (Abenewco1) si culmina con éxito su plan de reestructuración en virtud del plan de incentivos del máximo órgano de gobierno, según denuncian accionistas aglutinados en la plataforma Abengoshares.
Estos accionistas indican que para cobrar ahora dicho bonus, el consejo necesita una conversión anticipada de los bonos que no resultaban convertibles antes del 2022.
Según la tesis de estos accionistas, para salvar dicha situación, el consejo habría colocado a Abengoa S.A. en situación de ‘default’, facilitando su conversión anticipada y «actuando bajo un claro y censurable conflicto de interés».
Estos accionistas también se preguntan si el ICO es conocedor que gran parte de su préstamo irá destinado a un «superbonus de tiburones financieros».
Además, se muestran extrañados de que la empresa haya anunciado ahora su intención de vender activos en el exterior cuando, en su opinión, debería haberlo hecho antes, al disponer desde el año 2017 de un mandato de venta de activos que, a su juicio, ha incumplido. De haberlo hecho la matriz Abengoa S.A. no estaría cercana a la quiebra», denuncian.
También se preguntan «si el letargo en los procesos de venta obedece a un plan para ejecutarlos cuando los bonos se hubieran convertido, resultando en un mayor beneficio para los bancos y fondos acreedores».
Los accionistas aglutinados en Abengoashares denuncian además que el presidente de Abengoa, Gonzalo Urquijo, haya solicitado un crédito ICO para su plan de reestructuración en lugar de pagar los intereses que provocaban la ejecución de garantías.
«De apoyar el plan actual, el ICO y la SEPI serían corresponsables de enterrar con dinero público las inversiones de miles de pequeños ahorradores que confiaron en la recuperación de la empresa sevillana», advierten.
Tampoco entienden por qué la dirección no ha buscado una refinanciación «siendo la situación actual un escaparate de deuda a precios muy inferiores a los bonos de Abengoa, y máxime si se tiene en cuenta que el plan de deuda de compra corporativa de la UE sigue vigente, pudiendo Abengoa acogerse al mismo».
También critican que se haya hecho una nueva valoración de Abenewco2 a finales de marzo «en plena pandemia y con el mercado de divisas deprimido, produciendo una valoración a la baja de activos que es la causa del patrimonio negativo de Abengoa».
Critican además que esta valoración a la baja «no se corresponde con la realidad de contratos asegurados a precio cierto por 10 años como podría corroborar una auditoría independiente».