Hasta siempre, decía en su McLaren. Y casi dos años después, Fernando Alonso vuelve a la Fórmula 1. Porque el Gran Circo es su vida. Ama profundamente las carreras y el deporte, donde los números, esos que son tan injustos con su talento, le colocan entre los más grandes de la historia del deporte y en el automovilismo general. Y ahora Renault puede devolverle mucho de lo ganado.
Tanto que, por fin, parece que Fernando Alonso irá al equipo adecuado, o al menos así se está pintando muy bien sobre el papel. Un papel que se ve cada vez mejor a una Renault que no duda en seguir sacando toda su artillería para asombrar al mundo, como ocurrió en la pasada carrera de Bélgica y lo más importante: lo que puede suceder en el futuro más inmediato.
4El RS 20 va especialmente bien en pistas de baja carga aerodinámica
Esto es a través de que, por otra parte, esta temporada está demostrando que es un coche muy a tener en cuenta, y ya no solo por ser el cuarto o quinto, sino incluso por el podio si algún Mercedes queda en fuera de juego o si Red Bull se despista. Es lo que observamos en Spa, cuando, a falta de dos vueltas, el Renault de Daniel Ricciardo empezó a mejor entre tres y cinco décimas los tiempos de Max Verstappen, que aseguraba su podio.
Pero antes, en las primeras vueltas, el australiano se postuló para adelantar al holandés de Red Bull, que se tuvo que proteger a toda costa de sus embistes en los primeros compases porque veía que el Renault de Ricciardo, que salía en cuarto lugar, podía dar la campanada en el circuito belga, logrando así la vuelta rápida de carrera. Esto es porque el coche amarillo y negro va especialmente bien en pistas de baja carga aerodinámica y, en el primer sector de Spa (una reproducción en pequeño de Monza), fue más veloz incluso que los Mercedes. Y eso a Fernando Alonso le gusta.
