Gérard Depardieu lo ha vuelto a hacer. Y es que después de ser acusado de agresión sexual, de sus excesos con la comida y la bebida y de sus controvertidas opiniones políticas, por las que renunció a la nacionalidad francesa – él, todo un símbolo del país galo – convirtiéndose en ciudadano ruso, ahora protagoniza un nuevo escándalo. Y, como todo en él, de lo más sonado.
Y es que el inolvidable Obélix ha sido pillado conduciendo en estado de embriaguez. Depardieu fue detenido mientras circulaba con su motocicleta por el centro de París porque iba pisando la línea continua y se saltó varios semáforos. Según informa el diario francés «Le Point», su comportamiento extraño, que denotaba que había bebido agua con misterio, hizo que la policía le sometiese al test de alcoholemia. Al dar positivo, el intérprete admitió que había bebido, pero que sólo habían sido un par de cervezas. Posteriormente, fue trasladado a comisaría, donde le hicieron una segunda prueba, en la que dio un resutado de 0.40 mg/l de alcohol en sangre, así que lo de las dos cervezas parece que quedó descartado.
Como consecuencia, Depardieu fue multado y su moto, inmovilizada para estupor del actor, que, según afirman diversas fuentes, renegó nuevamente de su país de nacimiento.