La diputada de la CUP en el Parlament Maria Sirvent ha anunciado este martes que la formación se retira como acusación popular del caso de presunta financiación irregular de CDC, el caso del 3%, después de tres años de instrucción, porque ya han cumplido «con todos los objetivos».
En rueda de prensa en el Parlament, Sirvent ha señalado que la CUP pasa el relevo al Ayuntamiento de Sant Cugat del Vallès (Barcelona) para que se presente como acusación popular y «como administración perjudicada» por los posibles delitos cometidos.
Ha destacado que desde la CUP su «lucha contra la corrupción es incuestionable» y que tras tres años como acusación popular han conseguido dar voz a las administraciones perjudicadas y estar presentes en la fase judicial para el esclarecimiento de los hechos.
En nombre del equipo municipal de la CUP de Sant Cugat, la teniente de alcalde Lourdes Llorente ha sostenido que como administración pública tienen «la obligación de presentar no solo lemas en campañas, sino de participar activamente en estos procedimientos» contra la corrupción.
«Para ayudar a la investigación de estos delitos, tenemos que tener actitud activa en el ejercicio de los derechos penales y civiles, y no dejar solo en manos de terceros el resto del procedimiento», ha añadido.
INHABILITACIÓN DE TORRA
Preguntada por el escenario de las elecciones catalanas ante una posible inhabilitación del presidente de la Generalitat, Quim Torra, Sirvent ha emplazado al máximo número de actores políticos y sociales para llegar a un consenso sobre «cómo culminar esta legislatura».
Para ella, una nueva investidura implicaría acatar esta inhabilitación: «Tenemos que hacer que este hecho represivo concreto no vuelva a ser otro vodevil como lo que nos hemos encontrado en otras ocasiones, cuando ha habido la suspensión de determinados representantes represaliados».
BAJAS EN EL PDECAT
Sobre las bajas que se están produciendo en los últimos días en el PDeCAT a favor del JxCat liderado por Puigdemont, Sirvent ha apelado a que no se produzca una situación similar a la que señala el juez de instrucción en un auto del caso del 3%, sobre «un mero cambio de apariencia pero no un cambio real entre CiU y el PDeCAT».
«Ya veremos cómo acaba este cambio de siglas pero si realmente es un viraje ideológico, se tendrá que demostrar con acciones políticas concretas», ha zanjado.
