En un artículo titulado ‘Your body is younger than you think‘ lanzado en 2005 por el New York Time se explicaba que el cuerpo humano se renueva cada cierto tiempo, siete años para ser exactos. Esta información estaba basada en una investigación del sueco Jonas Frisen. El texto causó bastante asombro, pues se deducía que el organismo, más allá de la edad de la persona, era joven y podría recuperarse tarde o temprano de todo el mal que se le ha hecho.
Más adelante el grupo de investigadores sobre el tema desmintió la aseveración, manifestando que efectivamente estudiaban la regeneración celular, pero todavía no se había confirmado lo antes descrito. Por supuesto que la verdad desmotivó a muchas personas.
Sin embargo, surge la interrogante si este proceso de regeneración ocurre. Aunque no hay datos concretos del tiempo. Se sabe que hay órganos en el cuerpo humano que se recuperan de una manera sorprendente, por destacar algunos: hígado y riñón. Sigan leyendo porque se detallarán más.
1Hígado
Todos los días se debe dar gracias por el cuerpo humano bendito que se posee. Dios pensó a detalle cómo debía estar constituido y tomó en cuenta los casos en que un órgano fallara. En este sentido, la regeneración del hígado es magistral. Cuando se extirpa un pedazo de esta parte del organismo entre el 40% o 60% de su tamaño, se inicia automáticamente una actividad llamada proliferación y renovación celular. El paciente poco a poco va observando cómo se recupera de la operación.
Esta manera natural que tiene el hígado de funcionar salva al ser humano de eventos desafortunados. Su ausencia impide la existencia, pues este órgano que parece de poca importancia es el que se encarga de limpiar la sangre de sustancias nocivas como por ejemplo el alcohol.
Este tipo de órgano permite que la mujer u hombre pueda darse gustos en la alimentación y despreocuparse porque va a pasar por un filtro que seleccionará a detalle lo malo para convertirlas en inocuas, ¿cómo te quedó el ojo?, así como lo lees. Tu comes hamburguesas, perros calientes, chicharrón, determinados embutidos, helados y pare de contar gracias a tu hígado, ¡bravo!