Muchas veces, el ritmo acelerado del día a día hace que nos sintamos con más ansiedad de lo normal. Es entonces cuando aparece la típica ansiedad nerviosa que nos produce una necesidad enorme de comer en cualquier momento y en grandes cantidades. Pero, ¿qué alimentos son buenos a la hora darnos un «atracón»? Las patatas fritas u otros derivados no son la opción más recomendada. ¿Qué tal unas palomitas?
Fue alrededor del año 1492, cuando coincidiendo con la estancia de los españoles en América, los indígenas que allí habitaban ofrecían a los invasores diferentes productos autóctonos de su tierra. Solían también regalarse -a modo de bienvenida- artesanías que hacían con mucho esmero. Con los granos de maíz, hacían elegantes collares que ponían alrededor del cuello de los nuevos pobladores.
Así fue como un día, aprovechando el fuego, pensaron en poner al calor el grano. Pasados unos minutos comprobaron que cuando la temperatura era elevada, esos granos comenzaban a tostarse. Admirados con su descubrimiento, pinchaban la mazorca en un palo y la calentaban hasta que se iban despegando y saltando de la mazorca. Así hasta los tiempos un tanto modernos, donde se empezaron a diseñar unas máquinas que servían para hacer palomitas sin necesidad de usar el fuego. Las palomitas tienen diversos nombres, según el lugar en el lugar en el que te encuentres, puedes conocerlas como cotufas, pochoclos, cabritas, roscas, etc.
Está comprobado que todo lo que elaboramos en casa puede considerarse más sano. También es verdad que lo que hacemos en nuestra cocina se hace con más dedicación y los resultados siempre son mejores. Los aperitivos de bolsa tienen muchos aditivos que hacen que si comemos demasiado, acabemos con una fuerte indigestión. Con los aperitivos hechos en casa es menos probable que nos sienten mal, aunque de igual modo, deben comerse con moderación y algunas veces puntuales al cabo de la semana. Aquí te dejamos una snacks que, seguro, te va a encantar: palomitas. Sí, palomitas de maíz, pero ¡caseras! ¡Toma nota!
3Una canción histórica
¿Recuerdas la melodía de la canción «palomitas de maíz» de los Pekenikes? Luego, con el paso de los años, surgieron las versiones en otros idiomas como la popular «Pop corns» inglesa. Me apuesto ¡unas palomitas! a que la has canturreado sin darte cuenta mientras leías este artículo.
Tal vez hasta te habrá venido a la memoria esa máquina expendedora de palomitas que hacía sonar la canción mientras se preparaban. ¡Cuántas veces no hemos visto esa escena en películas americanas! ¿Y qué me dices del puesto que siempre ponen en la feria del pueblo?
Y he aquí la forma más sana de poder darte un atracón de palomitas de vez en cuando. Puedes hacerlas para llevarlas al cine, al parque o para disfrutarlas viendo tu serie favorita. Así que, ¡ya lo sabes! ¡Pon unas palomitas en tu vida!