Ana Soria acaba de recibir un regalo muy especial, pero no es lo que en un principio podría parecer. Y aunque los planes de boda con Enrique Ponce siguen adelante y según asegura la periodista Paloma Barrientos podrían pasar por el altar en cuanto el torero firme el divorcio de Paloma Cuevas, el obsequio para la joven estudiante no es ni un anillo de compromiso ni tampoco viene de su novio.
El regalazo para Ana no es otro que una casa, en pleno centro de Almería, y donde la futura abogada podría establecer su nidito de amor con Enrique Ponce. Así lo han contando en exclusiva en «El programa del verano», añadiendo que ha sido el padre de la joven quien se lo ha dado a su hija. Y es que Federico Soria acaba de recibir en herencia, por parte de una tía, una vivienda unifamiliar en la zona de «Ciudad Jardín» de la capital andaluza. Y qué mejor que regalárselo a su pequeña, que vive su verano más intenso al lado del torero.
Según han señalado en «El programa del verano», la casa está situada a escasos metros de la residencia de los padres de Ana y muy cerquita de la playa de Almería. La vivienda consta de dos pisos y parece bastante amplia, pero necesita una reforma en profundidad. Además, tiene un pequeño jardín delantero, que a buen seguro se convertirá en uno de los escenarios preferidos para los paparazzi de nuestro país.
Al parecer, y según han contado algunos vecinos de la zona, las obras en la nueva casa de Ana Soria ya han empezado, puesto que la estudiante de Derecho y Enrique Ponce estarían deseando contar con un nidito de amor propio para disfrutar plenamente de su amor.
Por otra parte, y según ha informado Adriana Dorronsoro, el ex marido de Paloma Cuevas estaría mirando fincas en Almería para adquirir un nuevo terreno en la tierra de su joven novia. Todo un indicativo de que este noviazgo marcha viento en popa (a toda vela).