Algo que hemos hecho todos alguna vez en la vida es tumbarnos en el suelo, mirar al cielo y empezar a sacar parecidos a las nubes. También nos ha sucedido que de una mancha en la pared hemos sacado una cara o la figura de un ser humano. Pero sin duda las que más nos sorprenden son las que debemos mirar varias veces porque parecen caras de personas. Todo esto no es raro y tiene nombre científico. Pareidolia.
La pareidolia tiene un fundamento lógico que ha sido explicado por el neurocientífico Colin Palmer en la revista Science Alert. La pareidolia se da cuando nuestro cerebro intenta reconocer un patrón de una cara en un objeto inanimado. Es decir, no vemos una cara, si no que nuestra mente intenta reconocer una cara. Y esta habilidad no es únicamente humana. Se sabe por varios estudios que los monos Rhesus también pueden percibir caras en objetos que realmente no lo son.
Reconocemos caras para intentar ver el estado emocional de las personas y nosotros os traemos una serie de objetos que habrá que mirar dos veces para darnos cuenta de que no son caras.
3Caras de Bélmez
Uno de los mayores casos de la historia parapsicológica española fueron las caras de Bélmez. Una historia de fantasmas contada por una anciana que ve como en la pared aparecen manchas que ella identifica con sus familiares difuntos. Para los que creen, son las personas que la anciana decía.
Para los menos creyentes, no son más que manchas que la humedad ha hecho en la pared y que no van más allá de una pareidolia con la que querer llamar la atención. Y es que no hay nada mejor que mostrar algo que nuestro cerebro quiere ver con la necesidad y el misterio para que se haga famoso y triunfe.