Extremadura celebra acuerdo de educación presencial en espacios «más seguros que la calle»

El vicepresidente de la Junta de Extremadura y consejero de Sanidad y Servicio Sociales, José María Vergeles, ha celebrado el consenso de las comunidades autónomas y el Gobierno para cerrar un acuerdo de cara al próximo curso escolar que apuesta por la educación presencial en unos espacios que se adaptarán de forma que serán «muchísimo más seguros que la calle«.

Un acuerdo del que Vergeles, ha señalado en rueda de prensa junto a la consejera de Cultura, Nuria Flores, que asume la cartera de Educación durante la baja maternal de Esther Gutiérrez, y el secretario general de Educación, Francisco Javier Amaya, se siente «orgulloso» y que refrenda el trabajo que hasta la fecha ha venido realizando la Administración regional de cara al inicio del curso escolar.

Con un total de 29 medidas y cinco recomendaciones, tal y como ha recordado Vergeles, el acuerdo apuesta de forma generalizada por la educación presencial en los centros, con medidas de seguridad adaptadas a los niveles educativos, y que únicamente contempla el cierre de colegios, institutos y universidades en caso de «transmisión descontrolada».

Al respecto, ha explicado que para que se considere descontrolada debe haber más de tres casos y que no se pueda determinar la trazabilidad de los mismos.

Los alumnos de cursos hasta 4º de primaria formarán grupos estables de convivencia, que permanecerán en el aula siempre con el mismo docente y con los mismos compañeros, y no se mezclarán con otros ni en el recreo ni en el comedor. En este caso, si un alumno diera positivo, se pondría en cuarentena al resto de compañeros durante 14 días.

Entre 5º de Primaria y 4º ESO será obligatorio el uso de mascarilla y el mantenimiento de la distancia de seguridad de un metro y medio, y en Bachillerato y FP, además de la mascarilla, la distancia se reduce a un metro. En estos casos, si un alumno diera positivo, se realizaría un estudio para aislar únicamente a los compañeros con los que hubiera mantenido un contacto estrecho.

En cualquier caso, Vergeles ha avanzado que se «reforzará» la modalidad de educación no presencial «por si en algún momento hubiera que echar mano de ella».

MENOS DE 20 ALUMNOS POR AULA

El curso, como estaba previsto, arrancará el próximo 10 de septiembre, con una serie de medidas de seguridad y con ratios por debajo de 20 alumnos, aunque esta cifra se abordará en el seno de la negociación colectiva con el profesorado.

Además del uso de las mascarilla a partir de seis años, y el mantenimiento de forma general de las distancias de metro y medio entre personas y el establecimiento de grupos de convivencia estable para las edades más tempranas, se adoptarán otra serie de medidas que inciden en la ventilación del centro educativo y del transporte escolar, el lavado de manos al menos en cinco ocasiones cada jornada.

Asimismo, se establece un protocolo que impida a los niños o docentes con síntomas acudir al centro mientras no se descarte la infección de coronavirus. Para ello se tomará la temperatura diariamente a los menores y sus padres firmarán una declaración responsable en la que afirman que el menor no tiene sintomatología.

En este sentido, Vergeles ha señalado que, aunque los centros dispondrán de termómetros, es «mejor» que tomen la temperaturas los padres «para evitar aglomeraciones» en el centro educativo. En este caso, se deberán adoptar medidas en caso de que supere los 37,5 grados.

Tampoco se interrumpirán las aulas matinales, en las que se establecerán también grupos burbuja, las actividades complementarias, que amplían los horarios, las clases de refuerzo ni el comedor escolar.

En este caso habrá dos modalidades, de modo que las familias que lo soliciten se pueden llevar la comida a casa, mientras que para el comedor se fijarán turnos y los alumnos tendrán un asiento asignado fijo.

En cuanto al transporte escolar, cada alumno tendrá un asiento fijo y se procederá a la desinfección diaria del autobús. También se segmentará por zonas que se corresponderán con las distintas localidades por las que pasa y recoge estudiantes. Se suministrarán geles y soluciones hidroalcohólicas y la mascarilla será obligatoria para mayores de 6 años.

La entrada y salida del centro también se adapta. Se instalarán alfombras desinfectantes para los zapatos y se establecerán circuitos para que el acceso se realice de forma escalonada, sin filas, y los padres no pueden entrar en el colegio.

PCR PARA DOCENTES CON INCIDENCIA ELEVADA

Con respecto a los docentes, ha señalado que en función de la incidencia acumulada en su zona de residencia o en el lugar donde se encuentra su centro educativo se les realizará pruebas PCR para que el personal pueda estar «monitorizado en todo momento».

Además, de forma general, se mantendrán las distancias de seguridad y el uso de mascarilla quirúrgica o higiénica será obligatoria, de modo que solo para aquellos docentes con patologías se recomendará la utilización de las se recomienda FFP2. Este tipo también será la que se usará cuando se detecta a un alumno con síntomas y se aísla mientras se activa el protocolo para que vengan a recogerlo y se inicie el estudio epidemiológico.

Aquellos docentes que trabajan en aulas de alumnos más pequeños, donde se crean grupos estables de convivencia, usarán también pantallas faciales para protegerse de los fluidos, y en educación especial se recomendará en todo momento la utilización de batas, y en aquellos casos que se considere necesario, batas impermeables.

En todos los centros habrá algún responsable en todo lo relacionado con la pandemia, que generalmente será algún miembro del equipo directivo.

Vergeles ha avanzado que el 1 de septiembre se celebrará una reunión de la mesa sectorial en la que el Ejecutivo trasladará a los sindicatos todos los aspectos concretos que la parte que le corresponde a la comunidad de los 2.000 destinados por el Gobierno a la educación vaya «en beneficio de los niños».

Al respecto, ha destacado que la Junta quiere destinar esta cantidad a «una educación presencial, con ratios adecuadas como mostraremos, y una educación segura».

Finalmente, para aquellas familias que se plantean no llevar a sus hijos al colegio, les ha trasladado que en los centros educativos «van a estar más seguros que en la calle».