Las paredes forman parte de ese esqueleto que compone una casa. A lo largo de los años se ven sometidas a remodelaciones y cambios en su exterior para estar en tendencia como consecuencia de los caprichos del dueño o dueña de la casa. Pareciera que nadie le da valor a las paredes, pero indirectamente el individuo espera recibir buenos ingresos para cambiar su color o tapar alguna grieta. Justo en este aspecto radica su importancia.
La mujer u hombre busca constantemente satisfacer la necesidad de su seguridad. Una mala situación que experimenten, un riesgo a su cuerpo, lo llevaría a buscar la causa de esta amenaza y resolverla si es posible. Si las paredes no están en buen estado significaría que el agua puede entrar con mayor facilidad a la casa y así dañar las pertenencias. El sol, por su parte, quemaría la piel del residente o decoloraría un objeto expuesto a sus rayos.
Por esta razón y otras más, arreglar lo que rodea a un ser humano dentro de su mansión o casa es determinante para sentirse bien, pero con qué te puedes encontrar al restaurarlas, ¡presta Atención!
2El gran problema de la humedad
La humedad es más común de lo que parece. Conozco a una amiga que le encanta el olor a humedad, pero es muy alérgica. Ella haría lo que fuere por estar en una casa en donde se respire tierra por todos lados. Pero sería muy alto el precio a pagar.
Si corres con la experiencia de que las paredes de tu casa siempre están húmedas. Está claro que tiene que haber una filtración. Trata de evaluar bien qué es lo que pasa antes de aventurarte a pagar por lo que parece algo pequeño. Existen averías grandes que solo un especialista puede ayudarte a solucionar.
Como le sucede a mi amiga, la humedad puede hacerte pasar por la mala experiencia de estornudar a menudo. Sin duda afectaría tu tranquilidad.