En el mundo existen cosas malas que entristecen la vida de un ser humano. Una de ellas son las violaciones, los asesinatos, la miseria y, por el lado más suave, raspar una materia o no ver el capítulo final de una telenovela después de haber observado más de 300 episodios o visto 4 temporadas. Eventos desafortunados que ocurren y que, por más que queramos, no podemos evitar.
Así como están las situaciones no muy favorables para los individuos, nos encontramos con las grandes creaciones en la humanidad que más que hacernos saltar de alegría nos lleva a fruncir el ceño, así como lo leen. Nos lleva a preguntarnos todos los días el porqué se creyó que diseñar los zapatos de tacón altos eran una buena idea, por poner un ejemplo. Quisiera salvar algunos de ellos, pero se hace imposible. Todos dañan el pie de la mujer cuando ya han pasado unas cuantas horas. Solo recuerden, mujeres, esos ratos en la boda de su mejor amiga con unos tacones bellísimos, luciendo perfecta y al llegar a la casa, el dolor las invade al ver ampollas en el pie. ¡Un verdadero dolor!
Todo esto nos lleva a una sola conjetura, no fue un ser humano quién se encargó de crear los tacones, fue el mismo satanás. Desde ese día que Catalina de Médici vio que resultaba bonito y elegante usar estas longitudes, ese día fue el principio de las calamidades para la mujer. Invento usado por los carniceros en el Antiguo Egipto solo para no mancharse los talones de sangre. A continuación algunas zapatillas imposibles de usar:
6Botines armadillo
Los botines armadillo los puso de moda la reconocida cantante Lady Gaga. Todo visto en la pantalla cobra cierta belleza. Apreciamos el diseño en la intérprete de «Stupid Love» y de inmediato impulsa al espectador a querer llevarlos, pero se ven literalmente feos. Si has visto caminar a una Gazella, es lo que parecerás al llevarlos. Dicen que es un prototipo de la moda elegante, pero la creatividad sin duda volvió a fallar.
El destacado Alexander Mcqueen fue el diseñador. Esto prueba que para crear un buen diseño, es determinante fracasar en otros.