La deuda pública del Reino Unido escaló el pasado mes de julio hasta los 2,004 billones de libras esterlinas (2,23 billones de euros), superando por primera vez este umbral y elevando la ratio de deuda respecto del PIB al 100,5%, la primera vez que sobrepasa el umbral del 100% desde el ejercicio fiscal 1960-61, según indicó la Oficina Nacional de Estadística (ONS).
En el mes de julio, el déficit público alcanzó los 26.700 millones de libras (29.782 millones de euros), por debajo del desequilibrio negativo de 29.500 millones de libras (32.907 millones de euros) en el mes de junio, aunque supone el cuarto mayor déficit mensual de toda la serie histórica, que se remonta a 1993.
De este modo, en los cuatro primeros meses del ejercicio fiscal 2020-21, que comenzó en abril, el déficit público del Reino Unido ascendió hasta los 150.500 millones de libras (167.877 millones de euros), lo que representa un incremento de 128.400 millones de libras (143.225 millones de euros) respecto del mismo periodo de 2019 y el mayor desequilibrio negativo de toda la serie histórica entre los meses de abril y julio.
«La pandemia de coronavirus ha tenido un impacto sin precedentes en el déficit», reconoció la oficina estadística británica, destacando que el endeudamiento de los cuatro primeros meses del ejercicio fiscal 2020-21 prácticamente triplicaba el asumido en el conjunto del anterior año fiscal, que ascendió a 56.600 millones de libras (63.209 millones de euros).
La economía británica, la segunda mayor de Europa, sufrió entre abril y junio un desplome histórico de la actividad con una caída del 20,4% del producto interior bruto (PIB) respecto de los tres meses anteriores, cuando había registrado una contracción del 2,2%, confirmando así su entrada en recesión por primera vez desde 2009.
De este modo, el desplome de la economía británica supone el mayor entre las economías desarrolladas a raíz de la pandemia, superando la caída del 18,5% del PIB de España, así como los descensos del 13,8% en Francia y del 12,4% en Italia, duplicando la caída del 10,1% del PIB de Alemania. En el mismo periodo, la eurozona registró una contracción del 12,1% y Estados Unidos del 9,5%.