La llegada de WhatsApp a nuestras vidas ha supuesto toda una revolución. Una aplicación que ha cambiado la forma de comunicarnos y de enterrar a la que hasta ahora el método más avanzado para contactar con nuestros amigos. Sin embargo, ahora esos amigos pueden convertirse en enemigos con un solo paso mal dado. La fiabilidad de nuestro dedo con un poco de sueño o lo que es más probable, con algo de alcohol en sangre tras una fiesta en fin de semana puede provocar que se envíen whatsapp que jamás querrías que recibieran tu ex, tu madre o tu mejor amigo. Tu ex porque resulta que les estás contando que eres muy feliz con otra, tu madre porque le llevas ocultando que eres un desecho social desde hace mucho tiempo y tu mejor amigo porque le acabas de confesar que estás enamorado de él desde que le conociste.
En fin, te darán ganas de tirar el móvil por la ventana de tu casa pero eso no arreglará nada porque tendrás que afrontar la situación que se te viene encima. No valen excusas de me he equivocado, lo siento mucho, no volverá a ocurrir. Te habrás quitado la careta para siempre y te dirás aquello de «con lo bien que vivíamos sin WhatsApp». Para que no te sientas mal y te des cuenta de que no eres el/la única que has tenido que pasar por este tipo de vergonzosas situaciones, te contaremos situaciones que por más risa que te den, fueron realidades duras. Veamos:
5Cambio de rumbo inesperado
El término ‘pico y pala’ llega vigente desde hace un par de siglos. Dícese de la persona que intenta sin ningún tipo de éxito piropear de forma interesada a un/una dios/diosa a la que desea sexualmente. Especialmente complicado es cuando se lleva a cabo a través de una página de contactos en la que has hablado con alguien y te han timado con el número.
Al final crees que estás hablando con la chica de tus sueños, pero más bien ella sueña con tu chica. Ya es mala suerte…