La televisión puede parecer un lugar idílico para trabajar. Buenos sueldos, fama, estabilidad…Pero no todo son ventajas y facilidades. Existen los despidos como en cualquier otro sector. Si no satisfaces a tu jefe o a la audiencia, te vas a la calle. Y de la noche a la mañana, sin contemplaciones. Una temporada puedes estar en lo más alto y al año siguiente te ves yendo a fichar al paro. La voluntad y los gustos del público son inescrutables.
Y en los últimos tiempos no se trata solo de eso. La corrección política y la nueva sensibilidad hacia ciertos temas puede hacer caer a una estrella. Un comentario fuera de tono o una actitud reprochable pueden hundir la reputación de un presentador y de una cadena. Hay que andarse con pies de plomo y medir muy mucho las palabras. Se puede pensar que es el presentador quien tiene al público en su mano, pero la realidad es la contraria.
En los últimos años han sido más que frecuentes los despidos fulminantes de presentadores y colaboradores de programas. También de los informativos. Aquí repasamos algunos de los despidos más sonados e inesperados en la pequeña pantalla.
5Ana Pastor
La periodista, ahora una fija en La Sexta, no siempre trabajó en esa cadena. Pastor estaba al frente de “Los Desayunos de TVE”, el popular matinal de la cadena pública. En agosto de 2012, de manera fulminante y sin previo aviso, fue cesada en su puesto.
“Me despiden por hacer periodismo”, aseguró ella, «y para mí, el periodismo es molesto, molesto, especialmente con los políticos”. La periodista recibió una indemnización de 1350 euros por su salida de la cadena pública.
La noticia trascendió nuestras fronteras. El periódico inglés The Guardian publicó un duro artículo en el que acusaba al gobierno de Rajoy de “no tolerar ninguna crítica” y ser “alérgico al debate”.